jueves, 29 de julio de 2010

Trail Running III - Urbanización Vista Real (Becerril de la Sierra) La Maliciosa ¡Cumbre!

Cinco de la tarde: los Bee Gees con su tema "Stay in the Line", en concierto desde el movil de Gema, me avisan de que Ignacio ha venido a buscarme y que me de vidilla, que ha llegado la hora de tirar pa'l monte.

No me resulta demasiado fácil convencer a Pepa de que aborte su siesta bajo la mesa del ordenador... Y con esa mirada de infinita paciencia que sólo tienen los perros, parece suplicar que ojalá merezca la pena el sacrificio que la estoy obligando a hacer.

Esta vez conduce Ignacio. Poco a poco vamos enlazando carreteras M30-M40-NI-M607 y así hasta la Urbanización Vista Real, que según mis últimas pesquisas, pertenece a la localidad de Becerril de la Sierra.

Cuando dejas el coche, la cumbre parece lejana, pero hemos venido con tiempo suficiente, estamos motivados y muy mal se tiene que poner la cosa para que no logremos hacer cima...

Ignacio acusa el calor en las primeras rampas. Gema y yo vivimos en una ático con clima subtropical y lo llevo mejor (De lo de la adaptación de las especies que decía Darwin).

También llevamos ritmos diferentes: Él tiene que forzar un poco el paso y yo debo aflojarlo para ir a la par. Cuando conseguimos sincronizarnos, a Pepa le da por marcar el suyo propio persiguiendo a un despavorido choto.

Tardamos unos minutos hasta que conseguimos que Pepa depusiera su actitud poniendo fin al caos de animales corriendo en círculos, unos ladrando con histeria y otros mugiendo de puro miedo y, sin más dilación, dejamos la carretera que nos llevaría al hospital de la Barranca y tomamos el sendero que partiendo de un pequeño embalse, ya no abandonaremos hasta la cumbre.


Ignacio hace años que hizo un pacto con el diablo y ni envejece ni pierde la forma... Él, que algo sabe de pólizas, supongo que habrá leído la letra pequeña de ese contrato... Yo lo único que puedo decir es que no está al alcance de todo el mundo no entrenar y después de currar, chuparse una ruta en la que en 5 Kilómetros se gane un desnivel de casi 1200 metros y todo ello sin una sola queja y ningún amago de darse la vuelta.

La última parte, la que yo no conocía, es la más dura de toda la ascensión. Se trata de la típica pedrera en la que das un paso y retrocedes medio. Se hace duro y tedioso progresar así, pero estamos aquí porque queremos y las cumbres hay que ganárselas, así que resoplando y mirando al suelo avanzamos intentando simplemente no dejar de andar.

Muy cerca de la cumbre la pedrera da paso a una canchal, un terreno aparentemente más abrupto pero mucho más agradecido y rápido de transitar. Tras superar el último escalón de roca me encuentro con el vértice geodésico. ¡ Cumbre!

Pepa sigue sin comprender bien esto de las cumbres, así que se dedica a perseguir a las pobres cabras montesas que vigilaban, desde la cima, nuestra última hora de ascensión. La dejo por imposible y aun exhausto, intento empaparme del paisaje que tengo alrededor, que se describe en una sola palabra: Espectacular. Una nítida visión del horizonte en perspectiva de 365º, desde donde Madrid, con sus monstruos de acero y hormigón, inquieta por no parecer demasiado lejos.

Ignacio se reune conmigo al cabo de pocos minutos. Es su tercera vez en esta cumbre. Se sienta, se come dos o tres barritas y como nuevo. Es tarde como para entretenerse, así que nos hacemos la foto de la cumbre y abordamos con precaución los primeros metros de la bajada, luego en la gravera empezamos a soltar las piernas y de cuando en cuando damos con nuestros traseros en el suelo.

Una vez llegados a sendero más estable y de acuerdo con mi "cuñado/colega" suelto las piernas y abro gas, mientras noto como una Pepa eufórica me pisa los talones. Es el momento que llevaba deseando toda la ascensión... corriendo a tumba abierta por el sendero recibo el chute de adrenalina de mis tiempos con la bici, y ya no importan los arañazos ni los tropezones ni los culetazos... Pepa es una fuente de inspiración... Una vez consigue adelantarme, es ella la que marca el ritmo. No hablamos el mismo idioma pero nos entendemos perfectamente. Por un vez, disfrutamos de lo mismo y por igual.

El descenso vertiginoso termina en el embalse de la Maliciosa. Aquí esperamos a Ignacio, que no tarda demasiado en reunirse con nosotros. El también va contento... y lo de las fuerzas también lo compartimos, así que, en vez de seguir por camino, tomamos para el descenso la misma carreterilla que tomamos en la subida y a un ritmo mucho más relajado comentamos la actividad y arreglamos un poco el mundo, hasta que damos con nuestros cansados huesos en el coche y ponemos rumbo a casa.

Casi a las 11 Pepa y yo entramos molidos por la puerta de casa dispuestos a planchar la oreja y caer en los brazos de morfeo a la mínima oportunidad.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por la cumbre y por la entrada, has logrado que empiece la mañana con una sonrisa en los labios....

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  2. Hola, me gusta mucho senderismo... me puedes decirme que como encuentro de mapa con relieve esta en tu blog. Este mapa mas clara y altitud, etc. gracias!

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  3. Hola, pues el mapa es el TopoEspaña V3 de Garmin para sus GPS. Necesitas también el Mapsource programa Mapsource de Garmin para verlo y gestionarlo.

    ¡Saludos!

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