viernes, 17 de enero de 2014

¿Se puede escalar en El Vellón?

El título de la entrada es una pregunta que suelo lanzar a Google y a la cual no siempre encuentro una respuesta actualizada.

 Contribuyendo a la información general sobre el mundo de la escalada y actualizando la cuestión al día de ayer 16 de enero de 2014, la respuesta es No,   con las excepciones del sector la Buhardilla o Los Bloques.

Hasta hacía una semana se podía escalar en los sectores principales hasta la vía "El Escorpión", las lluvias de los últimos días han subido el agua anegando prácticamente todos los pies de vía.

Foto tomada el 4 de enero de 2014, aunque no lo parezca el pie de vía aun permitía ciertas licencias.
Las fotos son de hace una semana, cuando el nivel del embalse aun daba cierta cancha a las aventuras verticales.
El día 16 de enero este estrecho pie de vía estaba anegado

Los distintos aspectos estacionales de este lugar siempre merecen el paseo.

martes, 14 de enero de 2014

...Los días malos...

...Pues sí, en la escalada, como en cualquier otro ámbito de la vida, no todo es coser y cantar.  También hay días malos, días imprevistos en los que nada sale como debiera, en los que no todo es divertido, y en los que cuesta entender porque se tuercen las cosas.

Estos días, excepcionales claro está,  a veces avisan con, por ejemplo, un inesperado mal humor al levantarse o, simplemente eso que no está muy claro, pero que definimos como  "tener mal cuerpo".

Otras veces, sin embargo, no hay síntomas previos que nos hagan subir la guardia o que nos hagan "verlas venir".   Te levantas animado, te ves fuerte en una aproximación larga y llegas con ganas, dispuesto a vivir las experiencias que llevas imaginando durante la semana laboral... Pero entonces la  vía de calentamiento que has hecho millones de veces y a la que nunca has dado valor, se pone rebelde y te dice, como si te guardase rencor "Tu proyecto del día, soy yo"

Otras veces es tu chica, con la que te entiendes a las mil maravillas, la persona a la que más quieres en el mundo, con la que todo fluye, a la que de repente pierdes el punto y acabas por desesperar o por ser desesperado... a veces es un amigo cabezón, o el cabezón del amigo de tu amigo... o en los peores días una anárquica combinación de todo lo anterior.  

El protocolo de actuación, pasa por la pronta identificación de que se está en uno de esos días.  Darse cuenta rápidamente, es vital para poder salvar algún mueble de la jornada, de lo contrario caerás en un maremagnum de dimes y diretes en el que se dirán y se oirán cosas que nadie piensa ni quiere decir realmente.

Una vez detectado el día "marrón", hay que encapsularlo para que todo lo anormal que suceda durante sus 24 horas muera con el y no contagie a los días venideros: Si no te mueves en la roca, no hay que frustrarse, mejor tomárselo como un entrenamiento y dar todo en cada pegue, ensayar las caídas, determinados gestos... cualquier cosa que sume y nos aporte recursos para cuando vuelvan las musas...  En el caso del amigo o novia poseída lo mejor es paciencia, evitar conversaciones delicadas o preguntas absurdas...  Lo agradecerás cuando sea a ti a quien le pique el  bicho del día rarito.

miércoles, 1 de enero de 2014

Five Ten Anasazi de cordones verde o Anasazi Lace Up - verde

Anasazi Lace Up - verde

Tenía ganas de dedicar unas líneas a este modelo de pie de gato de Five Ten, pero aunque los adquirí en 2011, hasta ahora no los había rodado lo suficiente como para  sacar conclusiones de cierto peso. Lo que vas a leer aquí se fundamenta en un uso frecuente (2 días por semana) en los últimos 3 meses y  esporádico en los anteriores 21, en vías tanto de caliza como de granito a partir del 6b.

Este análisis no es el que más trabajo de campo lleva detrás, ni yo he estado en mi mejor momento como escalador, así que es posible que con un uso más intensivo revise esta entrada y matice algunas de sus conclusiones.

La primera, es que me hubiera venido bien no apurar tanto con la talla.  Cuando los compré estaba escalando a mi máximo nivel (7a ensayado) y quería un par de gatos que sustituyeran a mis viejos y fantásticos Five Ten Anasazi de Velcro (hoy, ante el aumento de la gama Anasazi habría que especificar  "Five Ten Anasazi VCS - Golden Tan")  y, que además sirvieran para alternarlos con mis favoritos Sportiva Miura.  Si hubiera seguido mi criterio habitual con los gatos de la marca,  me hubiera comprado la talla 42,5 pero aquí me dio por apurar a la 42, y evidentemente, me equivoqué.

En Five Ten, medio número menos que la talla de calle, es más que suficiente para obtener unos gatos ajustados y soportables.  La piel sintética que utilizan tiene la peculiaridad de casi no ceder y domarlos supuso para mi un  suplicio que no duró solo dos días.

Por tanto, no puedo hablar de su comodidad inicial, ya que mi estupidez me llevo a pasar un tiempo sufriendo las de Caín, pero si de otros aspectos a los que me referiré ahora:

Sus cordones son algo toscos y lleva un tiempo ceñirlos convenientemente, por contra, no se aflojan nunca y reparten muy bien la presión a lo largo del pie.

La lengueta tiene cosido un mullido con un tacto muy agradable y cuenta con poros para facilitar la evacuación del sudor... Esto mitiga  un aspecto bastante desagradable de los Anasazi de Velcro, el olor a pie podrido que adquirían casi desde el comienzo de su uso. 

La horma que marca la personalidad del gato, es ligeramente asimétrica, culmina en una puntera bastante afilada y presenta una buena capacidad de canteo.  Bien para pequeñas ñapas que haya que puntear y no excelente para cantear sobre ellas.  Al menos, no excelente si los comparamos con sus hermanos de velcro, que los mejoran en este aspecto.

La suela que traen de fábrica es la Five Ten Onyx. A a mi no me gusta. Me resultó demasiado blanda y por tanto demasiado específica para escalar con mucho frío. En los Brezos hace un par de años cuando ya empezaba a asomarse la primavera, la degradación de las gomas con cada patinazo era más que evidente.  Es la suela que antes he tenido que sustituir desde que escalo.   Quizás sea una suela que con mucho frío aguante bien en adherencia pura o en caliza, pero no en placas de granito en las que haya que apurar regletas o ñapitas, además de flexar por su baja consistencia, se deshace como la goma de borrar.

Siempre he recauchutado los gatos de la marca Five Ten con las suelas de la casa Stealth C4 y los demás con las distintas gamas de Vibram.   La C4 es una muy buena goma que no tiene  nada que envidiar a la XS Grip, sin embargo, esta vez estaba tan decepcionado con la Onyx, que cometí una herejía y recauchute los Anasazi Verde con suelas de la competencia, las Vibram Edge, cuyas características  antagónicas a las de la Onyx son dureza, duración y diversidad de usos.

En cuanto a la entresuela, estos gatos son poco flexibles de primeras y el hecho de haberlos comprado pequeños enfatiza aun más esa sensación. He tenido que esperar a rodarlos lo suficiente y a que cedieran un poco para poder sentirme agusto con ellos en placas de adherencia. Pero si la dureza de la entresuela puede ser un handicap en vías de adherencia pura,  es todo lo contrario en el resto de tipos de escalada y garantiza una mayor duración al gato. 

La sensación del pie en el gato es, a pesar de la talla, de un ajuste bien pensado y los dolores derivados del error en la talla solo se manifestaban rotundos en vías de adherencia que no permitieran descargar al pie de parte del peso del escalador.

Resumiendo:

-Talla:  Como regla general estará bien medio número menos que la de calle. La piel sintética del gato apenas cederá.
-Horma adecuada para un ancho de pie estándar. Su asimetría no acusada y la puntera afilada se adaptará bien a aquellos que tengan el 2º dedo del pie más largo que el gordo.
-Cordones: Los cordones son un poco coñazo de ajustar y desajustar, pero cumplen su misión muy bien y no se aflojan durante la escalada.
 -Entresuela: De primeras algo dura. A larga, es más una cualidad que un defecto.  El gato necesita rodaje para dar su cien por cien, pero también durará más sin deshormarse.
-Suela: La Onyx es una suela más blanda que la C4 y por tanto en teoría más adherente y en la práctica (sin ningún genero de dudas) mucho menos duradera.  A mí no me ha gustado nada.  Pero eso no la desacredita.  Solo soy un usuario más.   Tino Nuñez es un profesional de esto y le leí una vez un comentario suyo en un blog en el que recomendaba esta suela. Coleto, otra voz autorizada, siempre recomienda en la gama de Five Ten, la Stealth C4 antes que la Onyx. Yo comparto su opinión.
Anasazi lace up Verde-Material: Piel artificial. El tacto está muy conseguido, parece menos artificial que la de los Anasazi  velcro de toda la vida y transpira mejor.
-Uso: técnico. Este gato no está hecho para entrenar en el roco, ni para ser machacado en quintos o 6a. Tampoco es el gato ideal para largas trepadas en clásicas.  Estos son gatos pensados para apretar el grado y fulminar los proyectos.
-Rendimiento:  Lo más subjetivo y lo más probable que revise con el tiempo... De todos los anteriores modelos escribí tras un uso mucho mayor...  En general bueno, pero inferior al Miura en capacidad de punteo y canteo.   También me pareció inferior en este aspecto al Anasazi de Velcro. Inferior a estos pepinos no quiere decir que no sea un excelente material y no haya quien encuentre en ellos la herramienta ideal para encadenarlo todo.   El rendimiento es algo subjetivo que depende mucho de los gustos y de a lo que te acostumbres.
-Precio: En este caso soy poco útil, los compré en Andorra en noviembre de 2011, en la tienda Alpesport y me costaron 75 euros.  Barrabés los tiene en su web hoy, enero de 2014, por 109 euros.
-Apreciación: Si los Miura no te van bien por tener el 2º dedo del pie más largo que el gordo, puede que estos gatos te vayan como un guante, porque son bien ceñidos y la horma de Five Ten siempre se a adapatado mejor a ese tipo de pies que los gatos más asimétricos de la Sportiva.
-Valoración final:  Un gato polivalente limitado por su suela,  robusto, bien construido que transpira bien y con un buen look, pero que no aporta mayores prestaciones en cuanto al rendimiento puro que los clásicos  Five Ten de velcro.  A mi me gustan, pero aun siendo fan y buen cliente de Five Ten, no lo suficiente como para repetir con ellos.

"Las joyas de Leganés"

Una de las cosas que suelo hacer, cuando me peleo con una vía o cuando tengo pensado ir a un sector, es poner el nombre de la vía o del sector en cuestión en Google, y ver que dice la gente de esos objetivos que me "inquietan".

En honor a la verdad, en el inicio de este blog, contribuir a la información sobre este particular, fue una de las motivaciones, y aun sigue siéndolo:


El sábado 28 de diciembre, con la Pedriza sorprendentemente vacía, nos dejamos caer de nuevo por Musgogénesis Inferior a materializar la realización de "Las joyas de Leganés" (6c+), una vía que en 2010 ya sufrió mi acoso y auto derribo.  Las vías que tienen el paso duro al principio son para mi frustrantes, pues los resbalones, patinazos y demás se hacen casi a ras del suelo y dejan una sensación ridícula que no se tiene si haces eso mismo un par de metros más arriba.

Antes de convertirse en un sector de escalada, las paredes de Musgogénesis debbieron tener un aspecto general parecido al de  este "reducto".

Tres años más tarde, el 22 de diciembre de 2013, regresamos bien acompañados al lugar del crimen, y volvemos a analizar el escenario para una nueva revisión de los hechos, lo que culmina en una secuencia que desplazaba la vía de la categoría de "Imposible" a "Factible" y desde entonces queda  pendiente entre ceja y ceja.
Gema

La vía concentra toda su dificultad en los pocos metros que lleva el alcanzar el segundo seguro, en el que por cierto, conviene tener la 2ª cinta puesta (y que sea tirando a larga), para poderla chapar bien desde zona segura y no jugarse una mala caída.

Los dos pasos duros aglutinan en metro y medio mini ñapas, regletinas y un movimiento específico con el que hay que dar:  A vista es 6c+, con la secuencia aprendida es bastante más asequible, quizás 6b+ o 6b. El resto de la vía es fácil.
 

De Musgogénesis Inferior ya solo me queda por encadenar "Fernandización", pero para volver a encadenar un 7a aun me queda mucho trigo por cortar.


Fernandización (7a), micro vía pendiente y al límite de mis posibilidades

Sale el 2013 y entra en su lugar el 2014.

Mientras aporreo las teclas de mi ordenador de sobremesa, en la otra habitación el 2013 yace cadáver.  El rey ha muerto, larga vida al rey.

Mientras muchos escupen sobre su cara, otros, menos castigados por la crisis, hacemos un balance menos negativo.  El 2014 debe ser un año mejor para este país.  Es imperativo o la fortuna individual de algunos, acabará asociándose a la del resto del pasaje de un barco que se hunde.   Es imperativo, pero no es ni mucho menos una certeza.  El timonel es un inepto... pero también el capitán, el segundo de abordo y los que pretenden tomar el mando... No nos dejamos engañar, la crisis económica es sólo un síntoma más de la crisis de honradez.

Las rocas siguen en pie y nosotros de momento también, el 2013 tuvo detalles con nosotros y fuimos a despedirlo como sabemos.

La previsión del 31 de diciembre era de lluvia débil y niebla, y eso encontramos.   AEMET, si sabes buscar, lo clava.  La previsión también decía que la evolución climatologica sería tendente a la no precipitación, y a ese clavo nos agarramos.

En el parking de Quebrantaherraduras creímos apostar a caballo perdedor:  Niebla densa mezclada a ratos con chirimiri, suelo empapado y ambiente húmedo.  Tentados estuvimos de dejar los bártulos en el maletero y unir nuestros intereses a los de Antonio...  La pereza y una previsión aun menos alagüeña para el fin de semana nos mantuvo en la idea original.

La realidad puede sacar los colores a cualquier  elucubración... No eramos los únicos apostantes y además, con matices,  se podía escalar. Había un par de chicos haciendo búlder y una cordada metida en "Kyra" (6b).  Nosotros disponíamos de "Casa de los bichos" (6a) y poco más tarde también de "Kyra" y su prolongación "El que ronque paga" (6c). Todas ellas vías de canto y netamente desplomadas. 

El desplome mantenía la roca de ambas vías a resguardo de la humedad, pero la niebla  hacía que estuviera helada.  Dimos 5 pegues cada uno y aunqué allí ya no quedaba nadie más que nosotros, no fuimos capaces de ser lo suficientemente fuertes mentalmente como para dar un sexto pegue que nos hubiera hecho culminar un gran entrenamiento además de una buena jornada.

Al nuevo 2014 le pido lo que le pedimos todos, y lo que le pedimos a todos, y a modo particular, circunscrito al ámbito de la escalada un poco más de fuerza mental para Gema y para mí.

A todo el que se pase por aquí, y haya sido bueno, le deseo un ¡Feliz Año 2014!



El sendero hacia la niebla, en Quebrantaherraduras, como alegoría de un año que se extingue.