martes, 14 de julio de 2015

Quirós 2015, una vía nueva y una espinita menos.

Córner (7a): Doce pegues y cuatro días me ha llevado hacerme con mi segundo 7a del año y sexto de mi curriculum vertical.   La vía tiene todo lo que un trozo de pared de roca tiene que tener para que la motivación no decaiga pegue tras pegue y la ambición se venga arriba a medida que el objetivo se va aproximando.

En resumen, a esta vía se accede escalando previamente la "Placa Fina", que tendrá aproximadamente unos 20 metros y una dificultad de Vº.  La vía mencionada nos deja en una repisa  desde la cual se puede hacer un buen reposo, es más, recuperado el aliento conviene trepar los primeros metros hasta dejar pasada la cuerda por el primer seguro de la Córner y bajar de nuevo a reposar a la repisa, pues las apreturas llegan desde el principio y es un esfuerzo menos a realizar.

La Corner es una placa desplomada que combina chorreras, regletas pequeñas, pinzas, cantos laterales y mucho, sobre todo mucho juego de pies.

El paso más duro está casi arriba en el último químico, desde él hay que irse a la izquierda para alcanzar con dificultad un buen canto lateral y remontar en movimientos rápidos, casi dinámicos hasta la reunión.

Debe ser muy difícil de sacar a vista, de hecho a mi me llevo muchos pegues aprenderme una secuencia de movimientos que me valiese, pero no soy una buena referencia en estas vías tan duras.

Dos apuntes de Sito:  Sin su flasheo en el paso clave no se yo si hubiera logrado hacerme con la vía, a mí me salía más lógico salir recto desde el último químico... y aunque creo que esposible, doy fe que es bastante más difícil.

Según la misma fuente, otra vía similar en dureza pero cotada como 7a+ es  "Efectos Especiales", quien sabe si un día yo  pueda corroborar esa opinión.

La Placa Torres (6c): En principio la dí por encadenada en nuestra visita a Quirós del año pasado (2014) pero en aquel definitivo pegue, cometí el pecadillo de utilizar un alargue en una zona no peligrosa de la vía, y en la que además, la dificultad cedía notablemente. Aquello era como hacer oficial mi condición cobarde, así que dispuesto a dejar las cosas en su sitio, fui a por ella enfilado. Dos pegues más tarde lograba quitárme la espina de mi conciencia y hacerme merecedor de esa vía que ya lleva un año registrada en mi libreta.