lunes, 27 de diciembre de 2010

La Vía ASA

Hay veces en las que cuesta ponerse a escribir y otras como ésta, en las que estás deseando encontrar el hueco para sentarte frente al monitor y acribillar la pantalla a teclazos.

Hoy es uno de esos días en los que te levantas sintiéndote bien y estando convencido de que algo tan inútil como la escalada puede ser más útil que la mayoría de las idioteces aparentemente importantes que hace el ser humano.

Y hablo de utilidad, porque que se sepa seguro, seguro, sólo contamos con esta vida y como, problemas y necesidades aparte, se trata de pasarlo bien, yo desde luego no he encontrado mejor forma de estar en el mismo momento y en el mismo lugar vinculado a la naturaleza, rodeado de gente que me importa, de mi perra (que también me importa) haciendo deporte y corriendo aventuras.

¿Se puede pedir más? Sí, y es que además no pisamos a nadie ni devoramos el mundo mientras disfrutamos. Ahora sí que creo que no se puede pedir más.

Afortunadamente a esta misma conclusión no ha llegado la mayoría de los miembros de mi especie que consumen su vida consumiendo desaforadamente bienes de consumo...

Afortunadamente digo, porque gracias a impulsos huecos de esa calaña, nos encontramos vacía la vía y casi toda la pared Oeste de la Tortuga y eso que, según Tino Nuñez, ésta es una de las vías más repetidas de La Pedriza y casi de España.

Yo por mi parte no había vuelto por aquí desde el 17 abril del 2006 cuando un lunes de esos "al sol" madrugué con mi amigo Javi para recuperar diverso y carísimo material de descuelgue abandonado la tarde anterior al completar con María los 4 largos con los que Barrabés describía en su guía la vía. Aquel día también fue un día de euforia porque María y yo ya la habíamos intentado un par de veces antes y siempre algún factor imprevisto nos había echado para atrás. Ese día ella ya estaba pachucha y era, aunque no lo sabíamos, nuestra última bala.

Nuestras nuevas ansias clásicas y la guía de Daniel Alcojor que añade o más bien recoge el largo de cumbre, nos reunen a Gema, Alfonso, a mí y a Pepa bajo la pintada con el nombre de la vía ASA. Otra vez la doble cuerda, los "amiguitos", los fisureros y diversa parafernalia poco "deportiva" fue desempolvada con el objetivo básico de pasar un buen rato y coger tablas para ir algo menos justos en terrenos no deportivos.

El archiconocido primer largo poco tiene que contar, así que resumiendo mucho: empieza bajo el nombre de la vía pintado en la roca, cuenta con 3 Espit cascadillos y distanciados que hacen que Ignacio Luján y David A. Zapata nos digan que tiene un factor de riesgo M2; o lo que es lo mismo, que más vale no caerse sino quieres visitar a tu médico de urgencias. En realidad el largo no es duro, pero tampoco hay que confiar en las guías que le atribuyen IVº, más bien pongamos que es un Vº y que hay que ir sobrado, lo cual tampoco es difícil.

La Reu está equipada con una cadena oxidada sobre dos Espit del mismo color que parecen sólidos. Alguien puso en su día un Parabolt inoxidable de refuerzo en cada una de las reuniones de esta pared, pero otro alguien, más iluminado y por tanto con peores intenciones, decidió por todos nosotros que sobraban, y ahí han quedado los espárragos como mudos testigos de tanta estupidez.

Este largo lo hacemos todos volando y como no hay que meter nada, lo lidero yo.

El segundo largo tiene el mismo grado (entre IVº y Vº) pero ya es otra historia, pues si bien se puede hacer aprovechando los seguros de otras vías que se cruzan en el camino y no meter nada hasta la reunión de "Chico Kleenex" (que fue como la hice con María) o bien, mandar por delante a Alfonso a cacharrear y equipar el trazado original que fue lo que hicimos:

La vía sale de la R1 en fácil travesía ascendente de izquierdas. Por el camino chapamos un seguro y una "U" química perteneciente a otras vías y seguimos hasta dar con unos bloques donde ya cabe un friend y un diedro ascendente en forma de luna decreciente donde Alfonso mete todos los cacharros que puede (concretamente tres de tamaño pequeño, uno de ellos un Alien)

La reunión la monta al finalizar el diedro, algo a la derecha de este. En una cómoda repisa y aprovechando un químico que triangula con friends, en el sitio y a la manera que indica la guía de Daniel Alcojor.

Este largo le cuesta mucho a Gema por las travesías que la obligan a escalar y la exponen a un posible péndulo, pero pasito a pasito y con mucho sufrimiento psicológico llegamos a la reunión donde su espíritu se hincha a la par que se desvanece el sofocón. Lo peor ya ha pasado.

El tercer largo es una bonita transición pues no pasa de IIº. Salimos de frente y al llegar al resalte seguimos su base andando hacia la izquierda. Por el camino meto algunos friends para practicar pero no son realmente necesarios. Enseguida llegamos a una repisa sobre la que están las reuniones de las vías de la cara Noroeste que chapamos, más que nada por guiar la cuerda, mientras seguimos andando hasta llegar a la última de todas, una U química junto a un buril.

Enseguida se reunen conmigo Gema, Alfonso y Pepa ¿Pepa? sí, Pepa. Nuestra querida perra cabra, aparece por allí dispuesta a seguirnos hasta la cumbre, pero nosotros que la hemos cogido cariño la echamos con cajas destempladas temiendo un desastre si nos sigue en el siguiente largo. Pasado un rato se la deja de oír nos relajamos y seguimos escalando.

El cuarto largo está practicamente limpio, se puede chapar la reunión y empotrar un friend del uno un metro y medio más arriba y eso es todo. Lo bueno, es que enseguida tumba y ya vas menos prieto de esfínter y que a los 20 metros, te encuentras un cochambroso buril oxidado que todos chapamos aunque nadie sabe muy bien para qué.

A partir de ahí tenemos dos variantes: Parece que la original bordeaba hacia la izquierda los bloques cimeros que se protegen con un friend en su base. Sin embargo vemos hielo y a Alfonso, con buen criterio, le parece más evidente tirar de frente, colarse entre los bloques y montar allí la reunión lazando uno y reforzando todo el conjunto con un par de friends.

Este largo solo da cosilla al primero de cordada, así que Gema y yo avanzamos rápido y en menos que canta un gallo estamos en la repisa donde nos dejó a María y a mí la guía de Barrabés cuatro años antes.

Ahora sí que sólo nos falta el último empujón y, por como veo el sol, disponemos del tiempo justo para hacerlo con tranquilidad.

Quinto largo. Alfonso me pasa el testigo y toda la cacharrería. Con tanto peso me siento un ancla humana pero mi colega me dice que más vale que sobre a que falte y así enfilo el último resalte por en medio de una fisura tan ancha que sólo se puede proteger cuando se estrecha cerca del final, ahí meto un Camalot del 4 y sigo hasta el final del resalte desde donde me asomo al salón de la Tortuga.


Hasta allí destrepo fácilmente, está a la sombra y hay hielo en las pozas escabadas en la roca por la erosión. El entorno es sorprendente. Dudo sobre donde montar la reu hasta que doy con el peñasco que da nombre al cancho. Tal y como he leído lazo la cabeza de la tortuga, pero además refuerzo la reunión con 3 friends más hasta lograr una triangulación bien orientada y a prueba de terremotos... A todo esto, estoy protegiendo un largo de IIIº pero como dice Alfonso más vale que sobre...Poco a poco van asomando al salón las caras de Gema y Alfonso un poco sorprendidos de la morfología de la cima, pero contentos de compartirla. Son momentos felices, pero todo el mundo sabe que la escalada no se acaba hasta que no te pides la primera ronda en el bar, así que nos ponemos a recoger la cacharrería y a buscar el destrepe... Evidente, evidente no hay nada, leer hemos leído que existe uno en la cara Norte y otro en la Sur pero no lo vemos claro y además de vertical presuponemos la presencia de hielo en la canal Norte. Estoy dispuesto a rapelar desde un cordino que he traido para la ocasión, cuando Alfonso encuentra la solución en forma de descuelgue en la cara Sur.

Estamos a punto de celebrar la buena noticia cuando nos llaman al móvil desde Cantocochino, resulta que unos chicos han encontrado a Pepa deambulando por allí con toda la pinta de estar perdida, nos esperan en el bar pero sólo nos garantizan un ambigüo "rato".

Nos dejamos de tontunas y metemos la quinta velocidad, la noche la tenemos encima y Pepa que es el cuarto miembro de la cordada, está en apuros. Rapelo el primero y despejo el camino a los demás.

Una vez abajo le pido a Alfonso que vaya a Cantocochino a toda velocidad, que se olvide de mochilas y de historias que tiene la luz justa para ir rápido.

Gema y yo recogemos las cuerdas y volvemos a la cara Oeste, allí organizamos todo como podemos y me hago cargo de la mochila extra. Rectos hacia el río bajamos con la luz de los frontales por un viejo sendero que casi nadie usa ya, que es directo aunque muy abrupto.

En 15 minutos estamos en el sendero paralelo al río y en 10 minutos más en Cantocochino. Alfonso tiene a Pepa cogida por el collar con un anillo de cinta y un nudo de alondra (profesional, muy profesional). Por allí andan los chicos que la recogieron ante los cuales nos deshacemos en agradecimientos.

El bar la Jara nos ve rememorar los mejores momentos del día que ha sido irrepetible gracias a mis compañeros de cordada pero especialmente a Alfonso al que no le apetecía mucho hacer esta vía y que además de dejarse convencer y mostrar una paciencia más sólida que sus reuniones, se ofreció en todo momento a aquello que hizo falta para que el día fuera bueno para todos.

La euforia en la que se ha transformado el miedo de Gema, me contagia y me hace subir más alto que la propia cima de la ASA.

*****

Epílogo: Algunas consideraciones acerca de la vía ASA.

*Ninguna guía actualmente publicada describe bien la vía. De hecho, todas presentan pequeñas diferencias en su trazado y en el sitio donde hacer las reuniones no equipadas.

*La guía de Daniel Alcojor dice que la orientación de la vía es Sur y no es cierto. Es Oeste en su principio y NorOeste en su desarrollo medio y superior. Al respecto, decir que es una buena vía para hacer en invierno, pero recomiendo no ir antes de la una para encontrar los largos superiores también al sol.

*La Guía de Daniel Alcojor no da ninguna indicación sobre el descenso y esta falta, en cualquier guía es un fallo grave, pero en una que dice que es de "iniciación" es un fallo gravísimo.

*El descenso de la cumbre no lo trata tampoco la guía de Barrabés que si habla del mismo desde la repisa anterior, pero os aseguro que no es evidente ni tienes las reuniones equipadas a la vista. El destrepe hasta la reu de Poligamia Toledana es expuesto (lo viví en su día) y aunque aseguremos a un compañero hasta ella, el que quede arriba se juega una caída de factor 2.

***Encontramos muy útil la reseña y de hecho nos llevamos el croquis que vimos en el blog "Cuadernos de Escalada" pero del destrepe no nos fiamos, daba yuyu y había hielo. Hubiéramos preferido abandonar un anillo de cordino y rapelar si no hubieramos encontrado otra solución. De haber leído antes esta otra entrada del blog "Capitán Penurias' Climbing Guide"ubieramos ido a tiro hecho.

Recomendación final: La vía ASA es una clásica de iniciación, lo que no quiere decir que sea la mejor vía para iniciarse a escalar. Mejor ir sobradillo de grado para tener la cabeza fría y hacer las cosas bien. También sugiero que es mejor ir con alguien que controle de reuniones y autoprotección, porque el terreno se presta a tomar buena nota y asimilar conceptos.

Como tal, la vía es bonita, fácil, expuesta y semiequipada.

martes, 21 de diciembre de 2010

Lámpara Coleman F1 Lite

Estábamos muy satisfechos del rendimiento lumínico de la lámpara equivalente de la marca Campingaz de la que ya habíamos tenido al menos un par de modelos (del estilo al Lumostar), esta cualidad principal, unida a la duración de los cartuchos minimizaba otras menos positivas como el volumen o un peso superior. Sin embargo, lo que nos acabó hartando del modelo de Campingaz fue la fragilidad del cristal de la lámpara. No se cuantos nos cargamos a pesar de empaquetarla con el máximo esmero y siempre en la parte superior de la mochila. Este gran inconveniente sumado al precio elevado de dicho cristal y a que no es fácil de encontrar, nos hizo fijarnos en el F1 Lite, que lo sustituía por una campana hecha de rejilla metálica y que para terminar de asegurar su durabilidad, encima venía acompañado con una funda protectora rigida.

Para rematar la faena, el volumen y el peso resultaban ventajosos, así que nos decidimos a preguntar.

"Este es el Rastro señores
vengan y animense
aqui estamos nosotros
somos Papa Noel

Lo vendemos barato
con el precio en ingles
somos todo lo honrados
que usté quiera creer [...]"


Como decía Patxi Andión en su famosa canción dedicada al Rastro Madrileño nos fuimos a una de las tiendas de la Rivera de Curtidores (Roca) y con la candidez propia de otra edad le preguntamos al dependiente sobre el producto en cuestión y sobre todo, acerca de su potencia lumínica comparada con el producto de Campingaz

Como era de esperar, y particularmente en esta tienda, el dependiente nos contó exactamente lo que queríamos oír, es decir, que iluminaba mucho más
y que en comparación con el Lumostar aquel era un producto obsoleto y mucho más bla, bla, blá.

Así que soltamos los algo más de 60 euros de su precio, convencidos de lo que estábamos haciendo y nos fuimos a casa para instalar la camisa y dejarla lista para su uso.

Desde aquel día ha pasado más de un año y nos la hemos llevado a unas cuantas aventurillas de las cuales nos hemos hecho una idea bastante clara sobre su rendimiento:

La lámpara Coleman F1 Lite tiene muchos aspectos positivos pero peca gravemente en el
principal, la realidad es que da muy poca luz, la justa e imprescindible para vestirse, comer, o estar de tertulia en una tienda, pero absolutamente insuficiente para leer algo más que el croquis de una vía.

Para hacerse a la idea y teniendo en cuenta todo el tema de la exposición y demás, que en este caso hace parecer la escena bastante más oscura que la realidad adjunto esta foto de nuestro última visita a Leiva.

Otra característica que no me gustó, es su colgador metálico, que es conductor del calor y que puede llegar a fundir el gancho de la tienda (nosotros nos dimos cuenta justo a tiempo). En otra ocasión lo colgamos de la rama de un árbol y cuando nos quisimos dar cuenta estaba empezando a chamuscarse. Así que al loro, que el tema no es menor.

Es curioso que este problema no se de en la lámpara de Ca
mpingaz que también es metálica, supongo que será cuestión de la conductividad del metal o de la propia posición del asa respecto a la lámpara (actualmente sustituida por una cadena).

Evidentemente también tiene aspectos positivos, sería innegable no valorar una lampara que según el catálogo solo pesa 88 gramos, aunque en realidad
nos estemos yendo a los 500, pues haber quien es capaz de sustraer un sumando a la siguiente operación:

Lámpara + colgador + funda + cartucho Coleman C250 (lleno) = 500 grs.

No es el objeto de esta entrada comparar dos productos de marcas distintas pero a modo de referencia y tras una larga búsqueda en la red (las páginas oficiales solo cuantan lo bueno de sus productos) aporto la siguiente información:

Coleman F1 Lite ........................Campingaz LumostarPlus Pz

Potencia 38 W ..............................................(1) 80 W (todos los modelos Campingaz)
Consumo gas 25 g/h .................................. 37,91 gr/h (haciendo regla de tres)
Autonomía
9h (cartucho C250 = 220 grs netos) 6h20' (cartucho cv300 Plus 240grs netos)
Vidrio de malla irrompible *.........................Pantalla protectora de vidrio
Camisa talla
S ............................................ S
Encendido
manual .....................................piezo (automático)
Estuche incluido ...................................... ..incluido (2)
Peso total con cartucho
500 grs (C250) .. (3)
cartuchos
C100, C250, C500 ....................CV270 (230 grs), CV3
00, CV470 plus
PVP: 62 eur (49,00 eur ofertón Deportes Moya) ... sobre los 35,00 en la Web (ej. francobordo y tiendacoleman gastos incluidos)

(1) La medida definitiva no son los vatios (W) sino los lumen que es la unidad que realmente nos dice la intensidad de la luz, pero ese dato no he podido encontrarlo.
(2) actualmente el fabricante ofrece el producto en su página
web con estuche ¡Era lógico!
(3) 583 grs sin la pantalla de vidrio, sin funda y con cartucho cv 300 (lleno) y siendo un modelo ligeramente distinto al actual sin encendido por piezo.

Conclusiones Finales:

La potencia lumínica del Coleman le lastra negativamente pues esta cualidad es su razón de ser. De poco nos vale su peso pluma, su volumen comedido y su bajo consumo de gas, si estamos incómodos leyendo un mapa o no podemos leer un libro sin la ayuda añadida de
un frontal.

Quizás en montañismo extremo e invernal donde cada gramo cuenta y el calor de la lámpara puede proporcionar sensaciones agradables dentro de la tienda encuentre su sitio esta curiosa y, hay que reconocerlo, innovadora lámpara de Coleman.



Documentación:

lunes, 13 de diciembre de 2010

Saliéndonos del guión

La rutina cansa y lo que más te gusta se puede volver casi una obligación si de cuando en cuando no se introducen cambios en el guión. Esta semana nos hemos aplicado el cuento y nos hemos lanzado de lleno a explorar terrenos en los que nuestros gatos no son viejos conocidos.

El sábado volvimos a Musgogénesis. Esto, es cierto, no es ninguna novedad y tampoco lo son las vías en las que calentamos... pero llevaba tiempo picándome el gusanillo y ya tenía ganas de probar un 7Fernandización 7aa en condiciones. Encadenar fácilmente "Nocturno Breve" (6c) me predispuso el ánimo y encontrar ocupada "Las joyas de Leganés" me facilitó la excusa perfecta. Por otro lado, Gema que de sólo de pensar en escalar en La Pedri, le entran las cagaleras de la muerte, se había repetido sin que se le moviera un pelo del flequillo el "Espolón Adolfinauer" y ambos teníamos un rinconcito solitario del sector donde sin molestar ni ser molestados coser a pegues a dos buenos proyectos, y es que "Fernandización" (7a) y "La Patrona del Voleibol" (V+) son como los árboles escondidos en el bosque de Musgogénesis.

Ninguno de los dos encadenó su objetivo, pero ambos sacamos sensaciones muy positivas. Por una parte a Gema, a la que ya le había dado por escalar bien en Leiva, confirmó que está en el buen camino y sacó todos los pasos de una vía plaquera 100% de adherencia, y no una vez sino dos o tres, pisando en condiciones, desplazando el peso correctamente y buscando el sitio adecuado para cada paso... Los dos lo sentimos como un éxito con indepeLa Patrona del Voleibol V+ndencia de que el pegue fuera al tope rope o no.

A mí me tocó bailar con un bloque con dos chapas y reunión, no más de 8 metros de vía y todo, todo, muy concentrado. Demasiao' pa' mi body.

Los Anasazi patinaban y después de dejarme gran parte de la recién cambiada suela en Coleto, lo intenté con los Miura que también patinaban aunque menos y dejándome más opciones (más que nada porque aun están casi nuevos y los llevo más apretados que el presupuesto de 2011)

La cosa la dejé resolviéndo algunos pasos y quedando pendientes otros, pero no dando nada por imposible, lo que me dejó enormemente contento.

Nos fuimos de Musgogénesis con la sensación de que tardaríamos en volver. La Pedriza es muy amplia y a este sector le hemos arrancado ya casi todo lo que tenía que ofrecernos... Aunque nunca se sabe y en la escalada no soy de los que se dejan cadáveres en el maletero.

Puestos a dar vueltas de tuerca a nuestro repertorio vertical, el domingo nos vimos desempolvando la doble cuerda, los reversos y demás parafernalia alpina... En realidad la empresa no precisaba de tanta cacharrería pero queríamos someternos al programa de aclimatación a la escalada clásica que propone la guía "58 vías de iniciación. Clásicas de la Zona Centro"Vista general del Cerro del Bu y delas vías - sobre línea de puntos las alternativas tomadas

El caso es que una semana después de nuestra primera intentona nos volvimos a ver al pie de la pared más vertical del Cerro del Bu, en Toledo. El tiempo volvía a estar desapacible aunque no tan frío como en la ocasión anterior y lo único que nos preocupaba algo era la elevada humedad que se te metía hasta los huesos y mantenía la roca con una adherencia bastante imprevisible.

En fin, como ya estábamos allí, mejor era no pensar en esas cosas y concentrarnos en lo que de verdad si dependía de nosotros. Así que fuimos preparando las cuerdas, el material, las cintas y hasta un juego de fisureros por si podía practicar un poco con ellos... Eso si, nos habíamos olvidado de una mochila de ataque, el croquis y otras tonterías similares, así que a Gema le tocó meter la guía en la bolsa de los gatos y arrastrarla pared arriba.

Cargado hasta las trancas con material como para hacer la Norte del Eiger y sintiéndonos grandes alpinistas nos metimos en una vía deportiva de 3 largos llamada el "Espolón central" que no pasaba de Vº.
Gema y yo en la reun del primer largoGema vista desde el 2º largoLa vía resultó ser de lo más entretenida y aunque nos movíamos torpemente siempre nos sentimos seguros, pues nos encontramos las chapas bien puestas, la roca compacta y los sencillos pasos no se veían demasiado endurecidos por la humedad reinante... En un récord absoluto de lentitud de casi tres horas hicimos los 75 metros de la ruta, de la que rapelamos en una sola tirada con nuestras cuerdas de 60 metros...

Como nos vimos "fuertes" repetimos suerte con "El Gran Diedro" de sólo dos largos y grado V+, pero aquí la película cambió un poco.

El caso es que de primeras notamos la roca bastante más húmeda, no en vano suponemos que el agua ha tenido mucho que ver con la aparición de la fisura que da nombre a la vía, aunque tampoco nos damos cuenta hasta que punto, pues el primer largo es de IV y nosotros pasamos por allí sobrados.

La reu es cómoda y estamos optimistas: Estamos a un largo de volver al suelo y dedicarnos a otras cosas menos esforzadas...

Antes de empezar la segunda tirada sólo me inquieta una cosa: hay numerosas vías que tiran sobre la vertical de donde estamos: Pintados sobre la roca veo dos nombres: Belbebú y Pared Roja y a izquierda y derecha del diedro van líneas de chapas y ninguna son rojas como se decía en la guía... Así que nos fiamos de nuestra intuición y cogemos las que van inmediatamente a la izquierda del diedro... de primeras veo que la roca aquí si esta muy resbaladiza y que el primer parabolt queda muy alto. Como veo una alternativa de espit que va por la derecha, la tomo y enlazo con mi diedro dos chapas más arriba.

Aprieto de verdad y cierro el culillo. Mejor no pensar en que las cuerdas tienen menos uso que años y que si caigo no será el gri-gri sino un reverso quien debe pararme...

Finalmente llego al último parabolt, a su derecha una reunión negra de oxido con espit y muy mala pinta dista de mi 3 metros en horizontal... si me descuelgo desde allí dejo sin recuperar medio largo de expreses porque, por mucho que diga la guía que las apariencias engañan, no me veo sometiéndola a péndulos tan exagerados y a Gema no la voy a hacer pasar un mal rato recuperando el largo.

Busco y busco y finalmente veo una reunión de acero inoxidable con mosquetón de descuelgue cuatro metros por encima de mi, sobre un techo que puedo sortear por camino fácil, y para allá que voy... sin pensármelo dos veces paso las cuerdas por el mosquetón y pido a Gema que me baje.

Durante los primeros dos metros, el ruido de las cuerda contra la arista es de tal naturaleza que se me congela el alma... Una décima de segundo más tarde ya tienen un roce más normal pero yo sigo con el kulunguele metido en el cuerpo. Poco más tarde nos vemos los dos en el suelo donde Pepa nos hace un gran recibimiento y yo empiezo a relajar el esfinter.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Puente de la Constitución 2010 - primera parada: Cerro del Bu (Toledo)

A veces tienes tantas ganas de que lleguen unos días de descanso, que cuando los tienes encima pueden pillarte bloqueado y casi pasarte por encima.

Habíamos pedido el mártes festivo y con el resto del puente de la Constitución sumabamos 5 días completos para hacer con ellos lo que nos diera la gana y quizás eso era demasiada libertad para dos presos de las inercias de la rutina diaria.

Habíamos pensado de todo, pero además de escalar, lo que más nos motivaba era tomar esas clases de esquí a la que por distintas razones, llevamos tantos años renunciando. Mientras, por poner un poco de tensión en la toma de decisiones, dos frentes de nosedonde se proponían barrer con lluvia y nieve la península y las Baleares de Norte a Sur y de Este a Oeste.

Después de mucho pensarlo y de hacer pocas cosas prácticas, nos vimos el viernes sin haber tomado ninguna decisión, por lo que hubo una que se tomo sola: El esquí tendría que esperar, pues la logística que conlleva, a esas alturas, ya no estaba a nuestro alcance.

El caso es que cargada la furgo hasta los topes y petado el maletero de techo con todo tipo de intendencia aun no habíamos tomado la decisión final: ¿Sella o Leiva? La primera opción suponía la aventura total, pues sólo teníamos buenas referencias pero no información fiable sobre donde dormir ni tampoco guía de la zona. Leiva es un escuelon que ya conocemos y cuyas posibilidades sólo hemos comenzado a explotar... Puesto así y a las once de la noche del viernes nos acabamos decantando por Leiva... aunque decidimos hacer una parada en Toledo, para dormir y explorar las dos propuestas de la zona de mi guía de reciente adquisición "Clasicas de la zona centro. 58 vías de iniciación" de Daniel Blanco García.

Cerro del BU - Toledo. Aunque la guía da una georreferencia, esta es más exacta N 39º51'11.0 W 004º01'10.0
A pesar de que el Cerro del Bu, no tiene demasiada buena prensa en los mentideros de Internet, 2011 puede ser un año con ciertos derroteros "clásicos" y el programa de puesta a punto de esta guía, toma esta peña como punto de partida. Así que a las 12 de la noche arrancamos la furgo y nos fuimos para Toledo.
Puente de la Degollada: al final del puente, en la dirección hacia donde camina Pepa sale un sendero a mano izquierda que hemos de tomar, en la otra acera, justo enfrente del comienzo del sendero, queda el acceso a la Academia militar
Un mal habitual de muchas guías, es que no gastan mucha tinta en explicaciones sobre como llegar a los sitios; ésta no es una excepción en absoluto, pero al menos daba una georeferencia que el GPS supo interpretar para llevarnos a la zona de aparcamiento sin dar demasiados rodeos.

Allí dormimos al lado de un merendero y a pie de carretera, en una zona con el doble uso de mirador por el día y picadero durante noche, así que con algo de dudas, plantamos la furgo y pusimos los parasoles... al fin y al cabo y de esa guisa, tampoco nos diferenciabamos tanto de los coches que por allí hacían "paradas técnicas".

El sábado amaneció tarde para nosotros y a pesar de ser más de las once un frío intenso nos mantenía de un humor algo extraño... O quizás no fuese el frío, sino que a veces es más fácil ser esclavos que hombres libres y la transición conlleva tensiones en la maquina de las rutinas que nos mantiene aletargados y medio vivos que es lo mismo que decir atontados y medio muertos.

El caso es que todo resultaba muy difícil y por eso en recorrer los 500 metros que nos separaban del Cerro del BU tardamos casi 3 horas. Quizás ese tiempo se escapó por alguna fisura interdimensional, tampoco tengo recuerdos muy claros de que es lo que hicimos, cogiendo el sendero dibujado en rojo, que parte desde el Puente de la Degollada llegaremos al río. A mano izquierda queda el Cerro del Bu.sólo soy capaz de ver con nitidez que dimos unas cuantas vueltas por el entorno del río y que a cada paso yo me sentía más vivo y la parte de mi habitualmente más viva se desinchaba por momentos por no ser más que una impostura.

Eran las 4 de la tarde cuando a pie de vía juntamos material, cámara de fotos y mejor humor... nos estábamos poniendo los arneses cuando decidimos retirarnos. Hacía un tiempo realmente gélido potenciado por estar en el mismísimo margen del río y además nos quedaba sólo una hora de luz. En el plan no cabía una escalada contrareloj sino un par de ascensiones relajadas que nos aportasen algo de eso que el dinero no puede pagar.

Gema conoce muchísimos bares de Madrid y bastantes de Toledo, tras una parada para hacer fotos, acabamos en uno tomando un Cola Cao y un Croissant... por las noticias de la tele nos enteramos que no era una buena semana para ser controlador aéreo y seguimos viaje rumbo a Leiva.