martes, 26 de mayo de 2009

De que hace un montón que no escribo

Han pasado muchas cosas desde la última vez que me senté delante del ordenador a escribir y es que parece que ha pasado una vida desde que el 27 de marzo se cumpliera el primer desgraciado aniversario de la muerte de María.

Una de las cosas que ha pasado, es que la vida ha seguido su curso y que eso, bueno o malo, no tiene remedio alguno.

La roca. Llegó un momento en que la echaba tanto de menos que dejé de sentir las ganas de escalar. Supongo que será algún tipo de mecanismo de defensa, pero tras la ansiedad inicial, me relajé y disfruté de otras actividades con otra gente y en otros contextos que me llenaron tanto o más que la propia escalada... Así visitamos Calblanque, un reducto virgen en Murcia, donde pudimos disfrutar de nuestro primer baño de mar del año. Lo mejor; que lo compartimos con los amigos de Gema: Félix, Lola, Elena y Raúl. Gente extraordinaria que cedió un poquito en todos los aspectos para que un grupo poco habitual encajara como un guante, como de toda la vida.

Otro momento que no cambio por diez 6c's es la visita a Torremenga de la Vera, por evento familiar. Recuerdos como el permanecer adormecido en el porche de la casa que nos prestaron respirando los mil aromas de los árboles frutales y el huerto, el gato-perro Chandler, el partido de fútbol de Pilar, Gema y yo contra sus sobrinos, la empanada de Manoli, Gema pequeña y suuuuuu palo y el como un grupo de personas puede quererse tanto y no hacerte sentir otra cosa que cómodo, parte de la historia.

Gema y yo nos mosqueamos en La Pedri, a pie de vía, hará ya unos pocos fines de semana. Que sí sí que si no y que todo lo contrario... Ese sábado tampoco escalamos pero focalizamos el cabreo en quitar el parqué del salón... Al final, los dos medio muertos y más suaves que un guante. Antes de ayer, encadenó su primer 6a. Sólo le llevó tres pegues. Creo que ya hace tiempo que dió el salto de ser una persona que quiere escalar a una escaladora que escala. Noté los síntomas, cuando después de probar en Valeria una vía técnica, me dijo que visualizaba los pasos, cuando empezó a molestarle que yo le pusiera las cintas en las vías que ella pretendía haber escalado a vista, cuando le molestó que se le fueran los cayos tras unos días de no escalar...

Javi y Susana. Susana y Javi, me esfuerzo en buscar algo malo de estos dos personajes por no parecer demasiado pedante... pero no me sale... que son algo huevones quizás... el domingo acabé comiendo a las 7 de la tarde una paella con parrillada de primero... como si fuera la cosa más normal del mundo... y todos allí con cara de felicidad, como si fuera la cosa que más felices nos pudiera hacer. y es que la compartíamos con ellos, con Alex, con Belén y con Chelo, con nuestras coñitas, en ese aurea de buen feeling que les acompaña.

El otro día sumé otro 6c, lo cuento, porque estas cosas hay que contarlas, se llama "Cholé y Parín" y está en Valeria, luego dejé otro a medias en Cuenca que, pese a su baja popularidad, me pareció muy bueno y que se llama "La Hija del Basurero". Razón suficiente para irme con las manos vacías de mi nuevo regreso a Cuenca y para tener más ganas de volver que nunca.