lunes, 16 de agosto de 2010

... De cuando vuelve la motivación...

La escalada... la esencia pura de este blog, vuelve a la vanguardia de las entradas de las que se sustancia, pues la motivación ha vuelto y la diversión ha venido de su mano.

Llevábamos ya unos meses arrastrándonos por la roca más por las sensaciones pretéritas que por las presentes, cuando las piezas han vuelto ha encajar. Hablo en plural porque a Gema también la he visto un punto mejor y sobre todo mucho más animada. El otro día volvimos a reírnos con nuestras torpezas y a alegrarnos con nuestras pequeñas conquistas... Una vía, una chapa más, un par de movimientos que antes no salían o simplemente un poco de confianza en el brazo más débil...

Son pequeños pasos, que nos han puesto otra vez en marcha y lo difícil del movimiento, ya se sabe, es precisamente arrancar. Quizás haya sido todo fruto del análisis a los porqués de lo que hacemos, y a replantearse una serie de inercias que nos llevaban sin control, a hacer lo mismo de siempre como poyos sin cabeza.

"Guerreros de la Roca" es un libro denso y aburrido, pero lleno de sustancia útil. Un trayecto en metro de 35 minutos al curro, ida y vuelta, y el encontrar argumentos diferentes para remotivar a Gema en su frustración roquera, lo devolvieron a mis manos surtiendo el inesperado efecto de ayudarme también a mí, que ni siquiera sabía que necesitaba ayuda.

No voy a hacer apología de una obra en la que hay que tener un poco de fe, que requiere un esfuerzo activo... que exige sobreponerse a la pereza de replantearse unas cuantas cosas y hacer el esfuerzo de sacar unas ideas de la cabeza para hacer hueco y meter otras... El caso es que llevamos dos fines de semana felices con la escalada y esta claro, que ese es el material del que se fabrican los cimientos necesarios para poder dedicar el finde a esta actividad sin pensar que estamos haciendo algo inútil y/o frustrante.

El domingo encadené "Más Trunch" un 6c que me cierra de momento las puertas del Maracaibo y abre las del Quebrantahuesos, un sector del que ya he probado algunas vías y que tiene una idiosincrasia algo diferente... "Más Trunch" es una vía guapísima, un 6c que no se me hizo demasiado duro, lo cual no está reñido con una entrada de placa bastante fina y un apretón final más mental que difícil. En tres pegues estaba en el bolsillo.

"Jarcha" (6b+) es casi más exigente que la anterior. Físicamente no hay duda de ello, aunque también es menos fina y la secuencia muchísimo más evidente: Un par de movimientos explosivos en la entrada y si agarras el canto bueno ya es tuya... Ambos tipos de vía me encantan y poder alternarlos el mismo fin de semana y en la misma escuela es toda una suerte.

La semana anterior había caído la "Penetrador" (6c+), casi me salió sin dificultad pese a los sufridos pegues que ya le había dado en fines de semana precedentes... La había visualizado por las noches antes de dormir, me había imaginado en diferentes secuencias, y había llegado a la conclusión de que había que poner en juego un canto romo que estaba infrautilizando... Dicho y hecho... Encadenar esta vía fue como romper las barreras que me estaban haciendo creer que ya no iba a encadenar ni esta vía ni otras del mismo grado.

Pero la vía que en realidad me hizo darme cuenta de que no estaba escalando bien y que por tanto, debía y era capaz de mejorar, es la "Calienta Motores" (6b), y me hice con ella un par de semanas antes que la Penetrador. Se me había atascado y era incapaz de definir una secuencia de movimientos válida. Me hubiera podido pasar allí 7 vidas y no la hubiera sacado. La daba hasta de 6c+ y, entre pegues y frustraciones, clamaba contra el pobre "Cristo" autor de la guía de Patones. Una feliz coincidencia a pie de vía con Ignacio Luján, el autor de la que para mí es, la mejor guía de escalada de España (tengo unas cuantas para comparar) me "mostró el camino" y me sacó de mi empecinamiento. Descubrir que la obsesión a veces bloquea la lucidez, fue un buen caldo de cultivo para leer "Guerreros de la roca" y darle pábulo.

Por cierto que el murito de las vías adyacentes a el "Espolón Elisa" es fantástico tanto para calentar como para buscarse proyectitos.