domingo, 30 de diciembre de 2012

Reencuentros pedriceros

...Ayer volvímos a presentarnos ante las paredes pedriceras del Boalo.  Pilar, nuestro enlace en AEMET, nos había advertido que podíamos contar con la visita de la lluvia, pero también que el frente iba a pasar rápido, muy rápido, quizás en media hora.  Por media hora de lluvia en una cara Sur con paredes de granito no se aborta un plan de escalada.

El viernes habíamos recibido la llamada de Javi y enseguida organizamos una quedada con Zulema, si se presentaba Susana seríamos cinco más las perras. Un deseado reencuentro sobre un sencillo gran plan de escalada.

Así que nos dimos un abrazo, nos pusimos al día, y nos metimos los 35 minutos de pateada de rigor.  

Mientras nos ponemos los arneses el sol aprieta... nos quedamos en camiseta y nos congratulamos de la suerte que hemos tenido.

Ver escalar a Javi sigue siendo un espectáculo... Verme a mí actualmente también.  Aunque de otro tipo muy distinto.

Total que tras los chicos les toca a las chicas y a las chicas a media pared les pilla el chaparrón.


En cosa de 20 minutos el sol ha dado paso a una espesa niebla y la niebla  a los 30 minutos programados de lluvia...   La pared está empapada y la niebla no va a dejar que se seque... Nos resistimos por una hora, tirando palos a Pepa que no puede creerse su buena suerte.  Como siempre, la suerte va por barrios.

Finalmente nos retiramos, Javi nos ofrece un bocata de lomo, y algo tiene que tener este chico que en lo que se trata de cocinar, hasta los bocatas le salen bien.

La Jara nos da cobijo durante las cervezas de rigor... y nos retiramos a los madriles.  

Un día especial después de todo.  

sábado, 8 de diciembre de 2012

3.000 Kilómetros en "Trance"

...Tras cinco años "a la sombra" Fray Luís de León retomó su catedra de la Universidad de Salamanca, dirigiéndose a su auditorio con el famoso "Como decíamos ayer..." Dando por zanjadas sus cuentas con la Inquisición y retomando el resto de su vida.

Las situaciones no son comparables, pero este difícil 2012 ha sido un año de mucha pelea, de muchas renuncias y de muchos sacrificios y es que no está el patio patrio para muchas fiestas y el fantasma del paro ya ni se esconde ni disimula, sino que saca músculo y nos está ganando la carrera a muchos.  Así que por si acaso, más valen unas dioptrías y unos kilos de más, unos encadenes menos y un ramillete de concesiones, espero transitorias, a cambio de contar con un par de planes de contigencia para cuando pasemos a formar parte de las oscuras estadísticas de la EPA.

Pues como decía el amigo "Fray Luís",   ayer volvíamos Gema, Pepa y yo a las andadas verticales consecuencia de que parte del camino está ya hecho, y que la mano que aprieta mis huevos ha tenido a bien, a consecuencia de lo anterior, relajar un par de Newtons su fuerza opresora.

Pero para llegar ayer al Sector Molinillo en la Sierra de los Porrones y darle caña a los quintos  que lo jalonan, antes la maquinaria física ya llevaba un tiempo chirriando, tratando de ponerse en movimiento tras muchísimas horas de incompatible esfuerzo mental, a caballo entre las bibliotecas de Puerta de Toledo y La Latina:
Ermita de San Isidro en El Boalo.  Detrás, a media ladera, se ubican las Placas del Molinillo.

La cumbre de La Maliciosa nos acogió a Zule y los anteriormente mencionados para hacer una preciosa (y dura) ruta que nos depositó en la barrera de Cantoco con las piernas rigídas como estacas pidiéndo clemencia.
20 kilómetros para tres pares de piernas y 4 patas poco entrenadas... placer y dolor en dosis equitativas. (Track pulsando este enlace de Wikiloc)
Típica foto de cumbre, de cuyo género tengo algunas y espero acumular muchas más.
Las chicas recargan las pilas

Otro día Alfonso se unió a la partida y nos "entretuvo"  dando durante horas y bajo la lluvia, vueltas a una piedra buscando no se qué "pirulo" que luego resultó ser "El Cáliz"...

El Cáliz tiene dos o tres vías de artificial incompatibles con la lluvia, que podrían haber puesto la guinda a la jornada.

Pero tres visitas a la Pedriza diluidas en más de seis meses no son suficiente medicina para almas acostumbradas a no perdonar una sóla jornada de montaña lloviera, nevara, hiciera frío o calor.   Sin la posibilidad de cansar el cuerpo semana tras semana, sin acercarlo a su límite físico la cabeza me hubiera estallado como un "Pedo de lobo"

Este año es posible que finalice acumulando 3000 kilómetros Pardo va, Casa de Campo viene en mi Giant Trance X3, al menos la mitad de ellos acompañado por ese gran descubrimiento humano que es Paco. Nunca una inversión tan difícilmente rentabilizable en términos económicos, me había resultado tan imprescindible para soportar "el trance" del ritmo que me ha tocado llevar este año.      Mi válvula de escape tiene dos ruedas y va a pedales.   No es mucho más  barata que un año de abuso de drogas, pero si bastante más saludable.