El entrenamiento no termina hasta que no se apura el último sorbo de la caña que compartes con tu compañero (Confucio 551 AC-478 AC. ).
Si JM ha dejado por un par de horas a su hijo recién nacido y a su extraordinaria chica por pegarse con paneles y presas de resina, Si a menos de un mes del examen final de la oposición levanto el culo de la silla y me voy con él a hacer lo mismo, algo de verdad habrá en que la escalada engancha y sale mucho más barata que las drogas.
Al contrario que otros deportes que se practican en la naturaleza, la escalada ofrece una versión "en lata" que la mete de lleno en la urbe, esta versión es en si misma estimulante, divertida y tan buen o mejor entrenamiento para rendir escalando como la propia escalada en roca.
No importa cuantos rocódromos se hayan construido en los últimos años, todos están masificados... chavales de todas las edades y cada vez más chicas se animan a probar algo que reune características únicas... divertido, estimulante, barato, social, físicamente completo y, desde el lado estético, deja los cuerpos fibrosos y compensados como ningún otro deporte.
Los movimientos en travesía bien ejecutados son agradables de ver hasta para quien es ajeno a este mundillo, es una especie de ballet a medio metro del suelo. Cuando quien escala es una mujer la elegancia llega a aproximarse a la sensualidad.
Luego estamos la masa, los que queremos y no queremos pensar que nunca podremos y, aun no consiguiendo esos movimientos cadenciosos, cuando encadenamos una sección de 4 ó 5 movimientos bien interpretados, el placer es máximo y curiosamente el esfuerzo menor.
El entrenamiento en bloque proporciona reflejos, potencia y es objeto de pique... y le añade diversión.
Las vías en en resina, ofrecen las condiciones perfectas para ensayar maniobras y soltarse a escalar de primero.
En fin variantes de todos los colores, para no aburrirse, para echarle horas, para pasar buenos momentos... la mejor versión enlatada de un deporte al aire libre.
Jo, tío. Me estoy leyendo tu blog entero.
ResponderEliminarTambién esta entrada me ha gustado un montón. Lo que dices de las chicas en el roco es pura verdad. Algunas da gusto verlas. Y enganchar, engancha que ni te cuento.
Muy bien escrito.
La satisfacción de conseguir controlar nuestros propios movimientos, compensar el equilibrio, la fuerza y la disposición espacial... Eso engancha...
ResponderEliminarlo de las chicas...pues depende de qué chica...porque yo a veces...a veces igualita que la caballé..
ah... ¿pero la caballé escalaba??? Mira que sois exageradas y exigentes las chicas con vuestro cuerpo... De todas formas, mientras disfrutemos con lo que hacemos...
ResponderEliminarno, jajjaja, pero con los bloques que me toca hacer a veces, hasta que los resuelvo, los pasos son de todo menos sensuales...vamos, tú imagínate a la caballé haciendo bloque...sin ánimo de ofender...que conste.
ResponderEliminarMe encanta tu blog, escribes genial y me encanta cómo detallas cada sensación que te produce esta droga de la escalada