domingo, 3 de febrero de 2008

¿Qué la lluvía es un incordio? Hay que joderse...

La lluvía ha arruinado un bonito día de escalada... Mentira. La lluvia nunca arruina nada, la lluvia alimenta el campo en el que escalamos, los embalses de los que bebemos y limpia el aire que respiramos. La lluvia es una bendición y si trastoca planes de escalada abre el abanico de otros muchos posibles, entre ellos el remolonear un poco entre las sábanas. Desde luego el monte no "cierra sus puertas" porque llueva o haga frío y es más, todo aquiere una hermosa dimensión distinta... Recomiendo para estos días sacar del armario la chupa de Gore Tex y las botas de montaña y darse un buen paseo por la Pedriza... prometo que nadie se sentirá defraudado... más aun si hacen parada y fonda en el Refugio Giner Los Ríos y se toman unas lentejas "a lo Guzmán" y acaban el día echando allí unas partiditas de parchís o adjedrez en buena compañía. Pero claro, hay muchos escaladores a los que se la suda la montaña... y no saben ver más allá de las yemas de sus dedos... Cosas que ha traido la popularización de la escalada, entre ellas el desvincularla de su contexto necesario. Será una paranoia mía, pero me toca los cojones cada vez que alguien se queja de que en invierno haga tiempo de invierno, demuestra la inteligencia de la especie y la gilipollez del individuo en cuestión. Así nos va...

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