lunes, 27 de diciembre de 2010

La Vía ASA

Hay veces en las que cuesta ponerse a escribir y otras como ésta, en las que estás deseando encontrar el hueco para sentarte frente al monitor y acribillar la pantalla a teclazos.

Hoy es uno de esos días en los que te levantas sintiéndote bien y estando convencido de que algo tan inútil como la escalada puede ser más útil que la mayoría de las idioteces aparentemente importantes que hace el ser humano.

Y hablo de utilidad, porque que se sepa seguro, seguro, sólo contamos con esta vida y como, problemas y necesidades aparte, se trata de pasarlo bien, yo desde luego no he encontrado mejor forma de estar en el mismo momento y en el mismo lugar vinculado a la naturaleza, rodeado de gente que me importa, de mi perra (que también me importa) haciendo deporte y corriendo aventuras.

¿Se puede pedir más? Sí, y es que además no pisamos a nadie ni devoramos el mundo mientras disfrutamos. Ahora sí que creo que no se puede pedir más.

Afortunadamente a esta misma conclusión no ha llegado la mayoría de los miembros de mi especie que consumen su vida consumiendo desaforadamente bienes de consumo...

Afortunadamente digo, porque gracias a impulsos huecos de esa calaña, nos encontramos vacía la vía y casi toda la pared Oeste de la Tortuga y eso que, según Tino Nuñez, ésta es una de las vías más repetidas de La Pedriza y casi de España.

Yo por mi parte no había vuelto por aquí desde el 17 abril del 2006 cuando un lunes de esos "al sol" madrugué con mi amigo Javi para recuperar diverso y carísimo material de descuelgue abandonado la tarde anterior al completar con María los 4 largos con los que Barrabés describía en su guía la vía. Aquel día también fue un día de euforia porque María y yo ya la habíamos intentado un par de veces antes y siempre algún factor imprevisto nos había echado para atrás. Ese día ella ya estaba pachucha y era, aunque no lo sabíamos, nuestra última bala.

Nuestras nuevas ansias clásicas y la guía de Daniel Alcojor que añade o más bien recoge el largo de cumbre, nos reunen a Gema, Alfonso, a mí y a Pepa bajo la pintada con el nombre de la vía ASA. Otra vez la doble cuerda, los "amiguitos", los fisureros y diversa parafernalia poco "deportiva" fue desempolvada con el objetivo básico de pasar un buen rato y coger tablas para ir algo menos justos en terrenos no deportivos.

El archiconocido primer largo poco tiene que contar, así que resumiendo mucho: empieza bajo el nombre de la vía pintado en la roca, cuenta con 3 Espit cascadillos y distanciados que hacen que Ignacio Luján y David A. Zapata nos digan que tiene un factor de riesgo M2; o lo que es lo mismo, que más vale no caerse sino quieres visitar a tu médico de urgencias. En realidad el largo no es duro, pero tampoco hay que confiar en las guías que le atribuyen IVº, más bien pongamos que es un Vº y que hay que ir sobrado, lo cual tampoco es difícil.

La Reu está equipada con una cadena oxidada sobre dos Espit del mismo color que parecen sólidos. Alguien puso en su día un Parabolt inoxidable de refuerzo en cada una de las reuniones de esta pared, pero otro alguien, más iluminado y por tanto con peores intenciones, decidió por todos nosotros que sobraban, y ahí han quedado los espárragos como mudos testigos de tanta estupidez.

Este largo lo hacemos todos volando y como no hay que meter nada, lo lidero yo.

El segundo largo tiene el mismo grado (entre IVº y Vº) pero ya es otra historia, pues si bien se puede hacer aprovechando los seguros de otras vías que se cruzan en el camino y no meter nada hasta la reunión de "Chico Kleenex" (que fue como la hice con María) o bien, mandar por delante a Alfonso a cacharrear y equipar el trazado original que fue lo que hicimos:

La vía sale de la R1 en fácil travesía ascendente de izquierdas. Por el camino chapamos un seguro y una "U" química perteneciente a otras vías y seguimos hasta dar con unos bloques donde ya cabe un friend y un diedro ascendente en forma de luna decreciente donde Alfonso mete todos los cacharros que puede (concretamente tres de tamaño pequeño, uno de ellos un Alien)

La reunión la monta al finalizar el diedro, algo a la derecha de este. En una cómoda repisa y aprovechando un químico que triangula con friends, en el sitio y a la manera que indica la guía de Daniel Alcojor.

Este largo le cuesta mucho a Gema por las travesías que la obligan a escalar y la exponen a un posible péndulo, pero pasito a pasito y con mucho sufrimiento psicológico llegamos a la reunión donde su espíritu se hincha a la par que se desvanece el sofocón. Lo peor ya ha pasado.

El tercer largo es una bonita transición pues no pasa de IIº. Salimos de frente y al llegar al resalte seguimos su base andando hacia la izquierda. Por el camino meto algunos friends para practicar pero no son realmente necesarios. Enseguida llegamos a una repisa sobre la que están las reuniones de las vías de la cara Noroeste que chapamos, más que nada por guiar la cuerda, mientras seguimos andando hasta llegar a la última de todas, una U química junto a un buril.

Enseguida se reunen conmigo Gema, Alfonso y Pepa ¿Pepa? sí, Pepa. Nuestra querida perra cabra, aparece por allí dispuesta a seguirnos hasta la cumbre, pero nosotros que la hemos cogido cariño la echamos con cajas destempladas temiendo un desastre si nos sigue en el siguiente largo. Pasado un rato se la deja de oír nos relajamos y seguimos escalando.

El cuarto largo está practicamente limpio, se puede chapar la reunión y empotrar un friend del uno un metro y medio más arriba y eso es todo. Lo bueno, es que enseguida tumba y ya vas menos prieto de esfínter y que a los 20 metros, te encuentras un cochambroso buril oxidado que todos chapamos aunque nadie sabe muy bien para qué.

A partir de ahí tenemos dos variantes: Parece que la original bordeaba hacia la izquierda los bloques cimeros que se protegen con un friend en su base. Sin embargo vemos hielo y a Alfonso, con buen criterio, le parece más evidente tirar de frente, colarse entre los bloques y montar allí la reunión lazando uno y reforzando todo el conjunto con un par de friends.

Este largo solo da cosilla al primero de cordada, así que Gema y yo avanzamos rápido y en menos que canta un gallo estamos en la repisa donde nos dejó a María y a mí la guía de Barrabés cuatro años antes.

Ahora sí que sólo nos falta el último empujón y, por como veo el sol, disponemos del tiempo justo para hacerlo con tranquilidad.

Quinto largo. Alfonso me pasa el testigo y toda la cacharrería. Con tanto peso me siento un ancla humana pero mi colega me dice que más vale que sobre a que falte y así enfilo el último resalte por en medio de una fisura tan ancha que sólo se puede proteger cuando se estrecha cerca del final, ahí meto un Camalot del 4 y sigo hasta el final del resalte desde donde me asomo al salón de la Tortuga.


Hasta allí destrepo fácilmente, está a la sombra y hay hielo en las pozas escabadas en la roca por la erosión. El entorno es sorprendente. Dudo sobre donde montar la reu hasta que doy con el peñasco que da nombre al cancho. Tal y como he leído lazo la cabeza de la tortuga, pero además refuerzo la reunión con 3 friends más hasta lograr una triangulación bien orientada y a prueba de terremotos... A todo esto, estoy protegiendo un largo de IIIº pero como dice Alfonso más vale que sobre...Poco a poco van asomando al salón las caras de Gema y Alfonso un poco sorprendidos de la morfología de la cima, pero contentos de compartirla. Son momentos felices, pero todo el mundo sabe que la escalada no se acaba hasta que no te pides la primera ronda en el bar, así que nos ponemos a recoger la cacharrería y a buscar el destrepe... Evidente, evidente no hay nada, leer hemos leído que existe uno en la cara Norte y otro en la Sur pero no lo vemos claro y además de vertical presuponemos la presencia de hielo en la canal Norte. Estoy dispuesto a rapelar desde un cordino que he traido para la ocasión, cuando Alfonso encuentra la solución en forma de descuelgue en la cara Sur.

Estamos a punto de celebrar la buena noticia cuando nos llaman al móvil desde Cantocochino, resulta que unos chicos han encontrado a Pepa deambulando por allí con toda la pinta de estar perdida, nos esperan en el bar pero sólo nos garantizan un ambigüo "rato".

Nos dejamos de tontunas y metemos la quinta velocidad, la noche la tenemos encima y Pepa que es el cuarto miembro de la cordada, está en apuros. Rapelo el primero y despejo el camino a los demás.

Una vez abajo le pido a Alfonso que vaya a Cantocochino a toda velocidad, que se olvide de mochilas y de historias que tiene la luz justa para ir rápido.

Gema y yo recogemos las cuerdas y volvemos a la cara Oeste, allí organizamos todo como podemos y me hago cargo de la mochila extra. Rectos hacia el río bajamos con la luz de los frontales por un viejo sendero que casi nadie usa ya, que es directo aunque muy abrupto.

En 15 minutos estamos en el sendero paralelo al río y en 10 minutos más en Cantocochino. Alfonso tiene a Pepa cogida por el collar con un anillo de cinta y un nudo de alondra (profesional, muy profesional). Por allí andan los chicos que la recogieron ante los cuales nos deshacemos en agradecimientos.

El bar la Jara nos ve rememorar los mejores momentos del día que ha sido irrepetible gracias a mis compañeros de cordada pero especialmente a Alfonso al que no le apetecía mucho hacer esta vía y que además de dejarse convencer y mostrar una paciencia más sólida que sus reuniones, se ofreció en todo momento a aquello que hizo falta para que el día fuera bueno para todos.

La euforia en la que se ha transformado el miedo de Gema, me contagia y me hace subir más alto que la propia cima de la ASA.

*****

Epílogo: Algunas consideraciones acerca de la vía ASA.

*Ninguna guía actualmente publicada describe bien la vía. De hecho, todas presentan pequeñas diferencias en su trazado y en el sitio donde hacer las reuniones no equipadas.

*La guía de Daniel Alcojor dice que la orientación de la vía es Sur y no es cierto. Es Oeste en su principio y NorOeste en su desarrollo medio y superior. Al respecto, decir que es una buena vía para hacer en invierno, pero recomiendo no ir antes de la una para encontrar los largos superiores también al sol.

*La Guía de Daniel Alcojor no da ninguna indicación sobre el descenso y esta falta, en cualquier guía es un fallo grave, pero en una que dice que es de "iniciación" es un fallo gravísimo.

*El descenso de la cumbre no lo trata tampoco la guía de Barrabés que si habla del mismo desde la repisa anterior, pero os aseguro que no es evidente ni tienes las reuniones equipadas a la vista. El destrepe hasta la reu de Poligamia Toledana es expuesto (lo viví en su día) y aunque aseguremos a un compañero hasta ella, el que quede arriba se juega una caída de factor 2.

***Encontramos muy útil la reseña y de hecho nos llevamos el croquis que vimos en el blog "Cuadernos de Escalada" pero del destrepe no nos fiamos, daba yuyu y había hielo. Hubiéramos preferido abandonar un anillo de cordino y rapelar si no hubieramos encontrado otra solución. De haber leído antes esta otra entrada del blog "Capitán Penurias' Climbing Guide"ubieramos ido a tiro hecho.

Recomendación final: La vía ASA es una clásica de iniciación, lo que no quiere decir que sea la mejor vía para iniciarse a escalar. Mejor ir sobradillo de grado para tener la cabeza fría y hacer las cosas bien. También sugiero que es mejor ir con alguien que controle de reuniones y autoprotección, porque el terreno se presta a tomar buena nota y asimilar conceptos.

Como tal, la vía es bonita, fácil, expuesta y semiequipada.

4 comentarios:

  1. Aprovecho para agradeceros vuestra infinita paciencia....me lo pase fenomenal!

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  2. Muy interesante vuestra experiencia en la Asa... y todo el blog en general.
    Lo añadiré a los enlaces del Cuaderno de Escaladas.
    Un saludo!
    Aupa!

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  3. ¡Gracias Josetxu!

    Un abrazo.

    Anónima Gema, gracias a tí también por fiarte de nosotros y decidirte a derrotar el miedo.

    Besos.

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  4. Hola: sin otro ánimo que el que conozcas el itinerario original de la Vía ASA, te remito a la página www.grupoamadablan.org, donde en el apartado VIAS viene la descripción y dibujo incluido de la época. Ahora, mucha gente hace la vía por muchas variantes ya que la piedra se ofrece a ello, pero tal y como la abrimos, íbamoso buscando lo más lógico ya que íbamos prácticamente sin material (escasez de medios de aquellos años para algunos). Me alegro de todas formas que os haya gustado ya que, aún habiendo recurrido a tramos distintos. La Tortuguita de la cumbre merece la pena ¿no?. Un saludo. Ramón J. Vega.

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