Anasazi Lace Up - verde
Tenía ganas de dedicar unas líneas a este modelo de pie de gato de
Five Ten, pero aunque los adquirí en 2011, hasta ahora no los había rodado lo suficiente como para sacar conclusiones de cierto peso. Lo que vas a leer aquí se fundamenta en un uso frecuente (2 días por semana) en los últimos 3 meses y esporádico en los anteriores 21, en vías tanto de caliza como de granito a partir del 6b.
Este análisis no es el que más trabajo de campo lleva detrás, ni yo he estado en mi mejor momento como escalador, así que es posible que con un uso más intensivo revise esta entrada y matice algunas de sus conclusiones.
La primera, es que me hubiera venido bien no apurar tanto con la
talla. Cuando los compré estaba escalando a mi máximo nivel (7a ensayado) y quería un par de gatos que sustituyeran a mis viejos y fantásticos
Five Ten Anasazi de Velcro (hoy, ante el aumento de la gama Anasazi habría que especificar "
Five Ten Anasazi VCS - Golden Tan") y, que además sirvieran para alternarlos con mis favoritos
Sportiva Miura. Si hubiera seguido mi criterio habitual con los gatos de la marca, me hubiera comprado la talla 42,5 pero aquí me dio por apurar a la 42, y evidentemente, me equivoqué.
En
Five Ten, medio número menos que la talla de calle, es más que suficiente para obtener unos gatos ajustados y soportables. La piel sintética que utilizan tiene la peculiaridad de casi no ceder y domarlos supuso para mi un suplicio que no duró solo dos días.
Por tanto, no puedo hablar de su
comodidad inicial, ya que mi estupidez me llevo a pasar un tiempo sufriendo las de Caín, pero si de otros aspectos a los que me referiré ahora:
Sus
cordones son algo toscos y lleva un tiempo ceñirlos convenientemente, por contra, no se aflojan nunca y reparten muy bien la presión a lo largo del pie.
La
lengueta tiene cosido un mullido con un tacto muy agradable y cuenta con poros para facilitar la evacuación del sudor... Esto mitiga un aspecto bastante desagradable de los Anasazi de Velcro, el olor a pie podrido que adquirían casi desde el comienzo de su uso.
La
horma que marca la personalidad del gato, es
ligeramente asimétrica, culmina en una puntera bastante afilada y presenta una buena capacidad de canteo. Bien para pequeñas ñapas que haya que puntear y no excelente para cantear sobre ellas. Al menos, no excelente si los comparamos con sus hermanos de velcro, que los mejoran en este aspecto.
La
suela que traen de fábrica es la
Five Ten Onyx. A a mi no me gusta. Me resultó demasiado blanda y por tanto demasiado específica para escalar con mucho frío. En los Brezos hace un par de años cuando ya empezaba a asomarse la primavera, la degradación de las gomas con cada patinazo era más que evidente. Es la suela que antes he tenido que sustituir desde que escalo. Quizás sea una suela que con mucho frío aguante bien en adherencia pura o en caliza, pero no en placas de granito en las que haya que apurar regletas o ñapitas, además de flexar por su baja consistencia, se deshace como la goma de borrar.
Siempre he recauchutado los gatos de la marca Five Ten con las suelas de la casa Stealth C4 y los demás con las distintas gamas de
Vibram. La
C4 es una muy buena goma que no tiene nada que envidiar a la
XS Grip, sin embargo, esta vez estaba tan decepcionado con la Onyx, que cometí una herejía y recauchute los
Anasazi Verde con suelas de la competencia, las
Vibram Edge, cuyas características antagónicas a las de la Onyx son dureza, duración y diversidad de usos.
En cuanto a la entresuela, estos gatos son poco flexibles de primeras y el hecho de haberlos comprado pequeños enfatiza aun más esa sensación. He tenido que esperar a rodarlos lo suficiente y a que cedieran un poco para poder sentirme agusto con ellos en placas de adherencia. Pero si la dureza de la entresuela puede ser un handicap en vías de adherencia pura, es todo lo contrario en el resto de tipos de escalada y garantiza una mayor duración al gato.
La sensación del pie en el gato es, a pesar de la talla, de un ajuste bien pensado y los dolores derivados del error en la talla solo se manifestaban rotundos en vías de adherencia que no permitieran descargar al pie de parte del peso del escalador.
Resumiendo:
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Talla: Como regla general estará bien medio número menos que la de calle. La piel sintética del gato apenas cederá.
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Horma adecuada para un ancho de pie estándar. Su asimetría no acusada y la puntera afilada se adaptará bien a aquellos que tengan el 2º dedo del pie más largo que el gordo.
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Cordones: Los cordones son un poco coñazo de ajustar y desajustar, pero cumplen su misión muy bien y no se aflojan durante la escalada.
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Entresuela: De primeras algo dura. A larga, es más una cualidad que un defecto. El gato necesita rodaje para dar su cien por cien, pero también durará más sin deshormarse.
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Suela: La Onyx es una suela más blanda que la C4 y por tanto en teoría más adherente y en la práctica (sin ningún genero de dudas) mucho menos duradera. A mí no me ha gustado nada. Pero eso no la desacredita. Solo soy un usuario más. Tino Nuñez es un profesional de esto y le leí una vez un comentario suyo en un blog en el que recomendaba esta suela. Coleto, otra voz autorizada, siempre recomienda en la gama de Five Ten, la Stealth C4 antes que la Onyx. Yo comparto su opinión.

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Material: Piel artificial. El tacto está muy conseguido, parece menos artificial que la de los Anasazi velcro de toda la vida y transpira mejor.
-Uso: técnico. Este gato no está hecho para entrenar en el roco, ni para ser machacado en quintos o 6a. Tampoco es el gato ideal para largas trepadas en clásicas. Estos son gatos pensados para apretar el grado y fulminar los proyectos.
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Rendimiento: Lo más subjetivo y lo más probable que revise con el tiempo... De todos los anteriores modelos escribí tras un uso mucho mayor... En general bueno, pero inferior al Miura en capacidad de punteo y canteo. También me pareció inferior en este aspecto al Anasazi de Velcro. Inferior a estos pepinos no quiere decir que no sea un excelente material y no haya quien encuentre en ellos la herramienta ideal para encadenarlo todo. El rendimiento es algo subjetivo que depende mucho de los gustos y de a lo que te acostumbres.
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Precio: En este caso soy poco útil, los compré en Andorra en noviembre de 2011, en la tienda Alpesport y me costaron 75 euros.
Barrabés los tiene en su web hoy, enero de 2014, por 109 euros.
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Apreciación: Si los Miura no te van bien por tener el 2º dedo del pie más largo que el gordo, puede que estos gatos te vayan como un guante, porque son bien ceñidos y la horma de Five Ten siempre se a adapatado mejor a ese tipo de pies que los gatos más asimétricos de la Sportiva.
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Valoración final: Un gato polivalente limitado por su suela, robusto, bien construido que transpira bien y con un buen look, pero que no aporta mayores prestaciones en cuanto al rendimiento puro que los clásicos Five Ten de velcro. A mi me gustan, pero aun siendo fan y buen cliente de Five Ten, no lo suficiente como para repetir con ellos.