domingo, 30 de marzo de 2008

Tres Coronas

La temporada Pedricera toca a su fin, por lo menos en lo que a la adherencia se refiere, y eso supone que, cualquier pequeña bajada de las temperaturas, por mínima que sea, se celebre por los asiduos como si fuese una fiesta.

Cuando a las diez de la mañana del sábado, nos plantamos en Cantocochino, los senderistas y, sobre todo, los escaladores que ya colman todo el aparcamiento, comienzan a repartirse por los distintas zonas de la Pedriza, dispuestos a convertir en experiencias lo anteriormente planificado sobre todo tipo de mapas, croquis y guías de escalada.

Para nosotros, el plan podría sonar a repetitivo en una primera apreciación, pero no lo es, no es fruto del inmovilismo ni de falta de espíritu aventurero el que repitamos, una vez más, visita al Collado de Tres Coronas. El sector es, en si mismo, un resumen de todo lo que puedes encontrar en la Pedriza con una aproximación de 30 minutos de lo más entretenida y 40 vías de todo tipo con predominio del sexto grado.

Este sector, que casi parece una microescuela ofrece de todo, pero al reunir solo 40 vías, casi nos fuerza a salir del cobijo de nuestro “grado cómodo” y redescubrir que tal era aquello de “arrancar la moto” y empujar nuestros límites físicos y mentales.

Gema y yo, pero sobre todo Gema que “labora” sufrimos con el madrugón que exige escalar en la Pedri y con la boca chica deseamos que se acabe ya la temporada pedricera para poder disfrutar algo más de los viernes noche y de la cama los días de descanso… Para mí, desde luego, la hora perfecta para escalar son las once de la mañana y estos excesos solo merecen la pena si son las placas pedriceras quienes los demandan. Por otro lado, el hecho de volver a escalar con Nell y conocer a Pokol (Marta), Fer y Madclimber (Ramón) supone un aliciente lo suficientemente motivador como para terminar de desterrar la “caraja” de nuestros cuerpos.

El resultado final fue prometedor, tres cordadas dan para mucho y por primera vez desde que terAdolfo, Alpinista y Golfo + 2L Me pica un huevo, foto by Pokolhttp://pokolclimber.blogspot.com/miné el encierro de la oposición, supero los diez pegues en una sola jornada de escalada, con algún encadenamiento interesante como la variante “fácil” de “Doctor Bacterius” (6b), -primera chapa en Casa Dios- y una combinación en una sola tirada de cuerda de “Adolfo, alpinista y golfo” (V+) con el segundo largo de “Me pica un huevo” (6a), 35 metros de escalada en el que iremos resolviendo secciones de bavaresa, canalizos y placa… ¡Ojito con el final de la cuerda! La “Fisura Inés Rodríguez” salió indemne, una vez más, a sendos pegues de Ramón y míos… A ambos nos tumbó en el mismo paso cuando ya teníamos la reunión encima. Ramón coincidió en que se trataba de un “víote” y en ningún caso sentimos frustración por no poder encadenarla… Las fuerzas ya estaban al límite cuando la encaramos y supone la excusa perfecta para volver… Si es que hiciera falta alguna.

A nivel personal, fue más que agradable conocer a Marta y Ramón y tener un primer contacto con Fer, que a modo de estrella, hizo una breve aparición estelar y se marchó cuando el juego comenzaba a ponerse interesante. Nell tampoco llegó al largo de las cervezas por “motivos laborales” y Ramón pagó con caballerosidad la ronda en que participó antes de retirarse y que había comprometido, con afán motivador, en un poco ortodoxo inicio de la vía “Dr. Bacterius”, además, puso sobre la mesa una propuesta para hacer una visita a Montanejos y una posible quedada para escalar unas vías equipadas por él en la casa rural Peña Pintada. Marta también dejó pendiente otra ronda y varias pegatinas de “Mountain Wildernes” para la próxima vez que nos veamos…

Todos los planes fueron bien recibidos y espero que pronto se conviertan en entradas de este blog, señal de que habrán pasado de las palabras a los hechos, de los planes a las experiencias.

El resto del currículo:

- “Tiene migas la panadera (6ª): morfológica, si no eres alto, lo pasarás mal.
- “Towanda” (6ª): ** placa de adherencia muy chula.
- “Anónima” (IV+): a ambos lados de “Towanda”, es más fácil la de la izquierda y está mejor protegida.

6 comentarios:

  1. Alberto, por fin te conocí.
    Un gusto veros trepar.
    Espero que esos planes vayan cuajando.
    Saludos a Gema.

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  2. Igualmente Fer, sentí que tú y Nel os fueráis tan pronto. Pero intuyo que no será la última vez que nos veamos. Queda mucha roca por compartir.

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  3. esta vez no pude disfrutaros como queria pero.... a ver si nos vemos pronto de nuevo...

    besossss

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  4. JO, lo de las cervezas y las pegatinas ha quedado por escrito. Ahora no me puedo escaquear!!!jeje.
    Nos vemos pronto en las paredes! Un besazo!

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  5. Hola!!! Gema me dió la dirección de tu blog. Me gusta tu "poesía-roquera": leyendo dan ganas de dejar la madre tierra que tanto me ata y volar por la roca...
    Besotes. Elena

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  6. Hola Elena, gracias por tu comentario. A veces aflojar la cuerda que nos ata los pies al suelo y volar un poco es más que conveniente. Si te apetece probar sabes que puedes contar con Gema y conmigo... pero recuerda que la escalada es adictiva y aunque no se han demostrado efectos perniciosos para la salud si se han constatado profundas alteraciones de conciencia y estados de euforia generalizada.

    ;-)) Besotes.

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