Y llegó el sábado

Teníamos ganas de que llegara el sábado, nos apetecía volver a ver a Sergio, Blanqui y Nell, y nos apetecía aun más introducirles a la escalada pedricera, queríamos que saliera bien y tras considerar varias zonas, desechamos aquellas en que la escalada no fuera la típica de adherencia, también aquellas que no contaran con un número suficiente de vías fáciles, o que estuvieran demasiado cerca del coche... El Cancho de los Brezos hubiera sido una buena elección, pero siendo una zona tendente a saturarse finalmente apostamos por el collado de Tres Coronas que conocía de un par de visitas en abril de 2006 con Javi y Demon. No habíamos dormido suficiente y eso se paga con despistes. Recién cogida la M-30 me doy cuenta de que me he olvidado la cámara... Bueno no pasa nada, Nell lleva la suya seguro; también la guía, eso es peor. Joder, tengo 3 guías de la Pedri que recogen el sector y no se me ha ocurrido dejar ninguna en la mochila... Qué marrón... Gema pone calma, pero no mola. No mola ir de guía y que se te olvide la guía. Consideramos las opciones. Subir al Refu y pedírsela prestada a Guzmán es una de ellas... Pero eso supone dos subidas y dos bajadas hasta allí, total dos horas. No a lugar. Finalmente pienso en comprar una en Manzanares. La nueva de Luis Santamaría tiene una pinta excelente (ya la podía haber hecho así a la primera) pero es cara (27 eurazos) y, aunque no pensaba adquirirla acaba suponiendo la opción elegida. El tráfico nos respeta y llegamos solo 8 minutos tarde a la cita en Manzanares. Ellos, puntuales ya están allí, les acompañan Leandro y Luis. Hechas las presentaciones, Sergio me acompaña a comprar la guía y al final es él el comprador.

Debido al tema de la guía cuando llegamos a la barrera para subir a Cantocochino ya son las once pasadas y nos la encontramos cerrada y con cola. Nuevamente todo el mundo pone de su parte para transformar pegas y ansiedad en buen humor. Tenemos suerte y solo esperamos 40 minutos. Poco para los coches que nos precedían y la hora que era. Finalmente llegamos a Cantocochino a las 12, aparcamos los coches y en seguida estamos cruzando los puentes de madera que nos ponen en la senda del Tranco, media hora más tarde, tras un buen apretón de subida llegamos a la altura de la Sur de la Tortuga y en 5 minutos más estamos delante del Tres Coronas.Soltamos los macutos resoplando y situamos las vías... Hay mucha más gente por aquí de la que pensábamos y todo el mundo está en los quintos. Leandro y Luis se hacen hueco y trepan "Adolfo, alpinista y Golfo" (V+). Nosotros nos desplazamos a la zona derecha del sector y esperamos pacientemente a que nos dejen libre la "Andrómeda" una esbelta placa de V+, a la que me lanzo en cuanto tengo luz verde. La vía desde luego es un ejemplo de libro de lo que es la escalada en placas de adherencia, lo que veníamos buscando. Escalo con mis queridísimos pero viejos Sportiva Miura, estos excelentes pies de gato se me han estirado tanto que ahora me los podría poner como zapatillas de andar por casa, ya no me dan ningún tacto y estoy un poco frío por lo que escalo con mucha precaución. Cuando estoy a mitad de vía escucho un clic y de repente algo deja de presionar mi cintura y cae... En un segundo se me hiela la sangre en las venas, pienso en mi arnés, en el ocho, en que me voy a matar... Pero cuando me atrevo a mirar es mi bolsa de magnesio lo que veo rodar por la pared... En cuestión de dos o tres segundos se ha esfumado toda mi seguridad y solo siento kulunguele. Ahora lo único que quiero es llegar a la reunión. Sigo escalando y en un momento dado hay que cruzar una chorrera negra que está mojada, es la puntilla, no soporto la tensión y me agarro a la cinta. Me rehago y vuelo por los últimos metros que no pasarán de IVº.

Uno a uno la van probando todos, se van desvirgando en el juego de la adherencia y conocen de primera mano la tan renombrada fe pedricera, la cara de Sergio lo dice todo... "Que distinto es esto a Patones"... ya, pero... ¿te ha gustado? "Si..., sí."

Gema, me asegura en un 6a, vía anónima a la izquierda de "Nido". Es curioso lo del grado de esta vía... Tres guías, tres grados, desde el V hasta el 6a. Para mi es un rotundo 6a y coincido por tanto con la apreciación de Luis Santamaría. Las 3 primeras es la zona donde hay que darlo todo y luego ya puedes correr hasta la reu. Sufro pero la encadeno al límite. La zona dura de esta vía está concentrada en sus 4 primeros metros y luego es muy sencilla, así que le digo a Gema que la pruebe al tope rope.

Gema es una chica pundonorosa, que no se rinde, y en vez de acerar esos metros lucha y lucha cada paso. Al no haber agarres de manos carga todo el peso sobre sus pies de gato que están apoyados en unas regletas ínfimas, y siente por primera vez el dolor intenso de estrujar unos dedos sin callos contra la punta de sus gatos nuevos. Pasa miedo porqué no está acostumbrada a colgarse de la cuerda, porqué no sabe como descansar en ella, pero no pide en ningún momento que la bajen. Tras unos minutos de entregarlo todo supera la parte difícil y corre por la fácil, al llegar a la reunión se autoasegura y dice que siente mareos, que no está bien. Habemus pájara. Subo a pulso autoasegurado por el gri-gri y le doy azúcar en forma de galletas, Nell aporta chocolate con lacasitos (Gran invento) y coca-cola (mejor invento aun). En 5 minutos el color vuelve a su piel, prueba superada.

Desde la reunión se accede al nivel superior del sector, desde donde parten nuevas vías, nos ponemos cómodos y disfrutamos de un paisaje que domina la parte superior de muchos riscos pedriceros y se pierde en el horizonte, también vemos escalar a Blanca que está poseída por el kulunguele y nerviosa no para de hablar, cuando pasa la parte más difícil le da las gracias a Sergio al que llama "Cucurichito". Carcajada general.

Nos reunimos todos en el nivel superior y Cucuruchito y yo escalamos juntos "Sabor of Spain" (V+) vía divertida que ofrece unas impresionantes vistas de La Pedriza. El nivel de satisfacción va en aumento y Noelia se plantea escalar de primero... Nos pregunta y cada uno decimos una cosa. Realmente ya lo tiene decidido y se lanza pared arriba, metro a metro va derrotando la resistencia de la vía y sus propios miedos, abraza la fe pedricera y garbanzos en lugar de sus añorados cazos de Patones. Llega a la Reu le doy un minuto de vidilla, dos, tres, cuatro ¿Tía qué haces? vale, vale ya bajo... No pasaba nada... o sí. Su primer quinto de primera, estaba emborrachandose los sentidos, saboreando el momento y yo acababa de cortarle el rollo.

También la escalan Leandro, Luis y Blanqui y finalmente Gema que se pasea al top rope bajando con una sonrisa de oreja a oreja, borrando así el mal sabor de boca de la anterior.

La "Lista de Schlinder" (6a) fue la última vía que probamos. Solo tiene un paso a la entrada y luego navega sin dificultades por placa tumbada hasta la reunión. Todos los que nos metimos en ella bajamos encantados... No dió tiempo a más, el sol tocaba retirada y tras recoger el material nos encaminamos a Cantocochino.

Entre riscos vamos perdiendo altura y sin darnos cuenta nos dividimos en dos grupos, los más rezagados se despistan y toman el cruce en dirección equivocada lo cual provoca unos minutos de tensión que terminan cuando nos acabamos reagrupando todos ya con la noche encima...

Los últimos contratiempos han hecho que andemos pillados con la hora y tenemos que renunciar al imprescindible ratito en el bar, en su lugar nos hacemos unas fotos para la posteridad sacando a relucir nuestro lado más friqui.

Nunca segundas partes fueron buenas, por eso intentaremos que haya una tercera, cuarta e indefinidas veces más.


Pd. Todas las fotos son de Nell que tiene entre otros este magnífico blog http://nellescalada.blogspot.com/