domingo, 14 de febrero de 2010

El "Ansia Viva"

Que no está de moda el ser respetuoso salta a la vista cada vez que nos subimos a un coche y nos metemos en la jungla de asfalto. Tampoco es nada nuevo el que hoy impera más que nunca el "Yo y mis cojones", el "Vale todo" o el "Paso de todo". Estamos en una espiral individualista donde todo parece razonable si engorda nuestro propio yo.

Este preludio viene a cuento porque era estadísticamente imposible que todas nuestras experiencias en la montaña fueran buenas, ni que toda la gente con la que nos topáramos fuera estupenda.

Si me pongo ha hacer memoria, ya he tenido días malos en el monte antes, y es posible que los vuelva a tener en un futuro... lo bueno es, que han pasado unos cuantos años desde que deambulo por ahí y las malas experiencias aun las puedo contar con los dedos de una mano.

Al grano... A veces somos muchos los que coincidimos en un mismo sector y también sucede que a veces parece que todos nos hemos puesto de acuerdo en hacer la misma vía.

En estas situaciones, el sentido común dicta paciencia, resignación y cintura. Es decir, que se puede esperar a que la vía quede libre, o si no va a quedar en un plazo razonable asumirlo como parte del juego e intentar buscar otras opciones... porque, y esto es lo bueno de nuestro deporte, siempre hay otras opciones. Y en cuanto a la vía en cuestión, seguro que en un par de visitas nos la encontraremos libre. Es pura estadística.

Lo que no dictan las elementales reglas de la convivencia es achuchar a los que están metidos en harina para que abran paso al ansioso de turno. La escalada es un deporte que sólo se disfruta si es de manera relajada. Para quien no lo entienda más claro agua: Todo el mundo tiene derecho ha hacer todas las vías y hasta atascarse en alguna... Porque entre otras cosas, hay miles de vías por hacer.

Pues eso, el otro día nos toco lidiar con el "ansia viva", en una vía a la que apenas le habíamos dado 2 pegues entre mi chica y yo... La cosa llegó a una fase muy desagradable que hubo que parar en seco. El ansioso se fue, y a nosotros se nos quedó mal cuerpo... menos mal que teníamos mucha medicina en forma de buena roca donde desahogarnos. Por cierto, la vía, un 6c+ cayó en seguida, al tercer pegue y no tardamos más de 20 minutos en dejarla libre.

[Esta entrada ha sido escrita y reescrita más de 50 veces puliendo, limitando y omitiendo cualquier concesión a un tipo de lenguaje que no me gusta para mi blog... y me ha costado tragar quina]