...y me puse el traje de pedricero...

Me encanta escalar, los espacios abiertos, la madre naturaleza,, el buen rollo entre las personas, los bares, la cerveza Mahou, las tapas, usar el cuerpo de todas las maneras que me gustan y llegar agotado a la cama después haberle ganado al día todos los regalos que llevara dispuesto a dejarse quitar. He pasado dos años sin salir de una biblioteca soy consciente de lo que quiero, de lo que me importa y de lo que necesito para ser feliz. Este fin de semana podría parecerse a mi ideal de felicidad. Muchas gracias a quienes lo habéis compartido conmigo. Gracias por el reventón que tengo encima y por el generar todas las vivencias que dan pie a solo parte de lo que se va a reflejar en esta entrada de mi blog.


Lo de ser vellonero está muy bien, el traje de vellonero me sienta fenomenal y es una escuela que me gusta con todos los pros y los contras que ya he comentado aquí, sin embargo también la ropa que mejor nos sienta es necesario echarla a lavar, plancharla y ponernos otras cosas. En mi armario de escalador, el traje de pedricero pedía caña y había llegado el momento de dársela.


El sábado a las 10.15 me reúno en Ascao, con Jorge y su hermano Estanis. Estanis es una máquina que atesora en su haber vías cotadas de 7c+, tiene cierta sobrecarga muscular y tendinosa y ha decidido tomarse un descanso escalando con compañeros de otras divisiones más modestas. A nivel humano, es un tipo tranquilo y agradable que contribuyó en buena parte a que todos volviéramos a casa contentos.

El plan era hacer un buen barrido al sector Miguel Ángel Blanco en la zona del Alcornocal. La razón por la que nos decantamos por este sector tiene que ver con la suma de intereses, yo quería Pedriza y Jorge no quería vías de pura adherencia. Este sector, propuesto por Jorge, nos satisfacía a los dos. Por otro lado al estar ubicado al comienzo de la "Senda Maeso" y por tanto no tener que pasar por la barrera de Canto Cochino, nos ahorraba un buen madrugón por no depender ya de la inevitable espera en el coche.

Al final del día me apunté en la libreta las siguientes vías:

La "Guapa", V, fácil vía sin sorpresas que nos sirvió de calentamiento, en la guía de Luis Santa María la dan dos estrellas, a mi no me pareció para tanto sin poder decir que es fea, me gustó mucho más "Doble Gerundio", V+, su gemela por la izquierda, para mí un víote, ambiente, placa con ñapitas netas y cierto patio... una vía con un poquito de todo, muy mantenida, yo a ésta le pondría las dos estrellas de la anterior. Entre medias escalamos al tope rope, aprovechando la reunión común con las dos anteriores, "La fisura social", 6a+ desequipado y de difícil protección según la guía de Tino Nuñez. Con estas 3 vías terminamos el calentamiento y nos metimos en harina.

Todas las vías que reseñaré a continuación son, a mi criterio, excelentes, placas con canto, con algún aleje psicológico y de dificultad mantenida hasta la reunión, la primera fue "Anette", 6a+ salió a vista, como las anteriores, pero te exige ir atento, nada de bromas, saboreando cada metro hasta hasta el final, "La tragedia del 12 y 13 de julio de 1997" 6c, es hasta la fecha, la vía de la que más orgulloso me encuentro de haber encadenado, además de ser mi primer 6c en esta escuela y mi primer 6c al flash, me parece el máximo exponente de todas las vías que hicimos en esta zona del sector, combina adherencia, un aleje cabrón y una segunda zona vertical con una caída dudosa, "Échale morro" le oí gritar a Estanis, y en cuanto visualicé los movimientos, le hice caso y afronté la parte final de la vía. Grité al encadenarla, llegué a la cadena al límite de mi aguante psicológico y de mi técnica. ¡Peaso de vía! Ni que decir tiene que Estanis se dio un paseito por ella y que Jorge la hubiera encadenado de no haberle dado el pegue al tope rope... ya llegaría su momento. "El paseo del mes de agosto", 6b, nos la apuntamos todos a vista, aunque las cintas las puso Estanis, como en los casos anteriores. Por cierto buenísima placa, también con ñapitas, para mí la mejor vía de las que probamos, después de la anterior.

Cambiando de zona, dentro del mismo sector, también cambiamos el estilo de vías, llegaba la hora del canto puro y duro, siempre agradable cuando de granito se trata. "Estas más negro que un grajo" 6b fue mi último encadene, también a vista y esta vez poniendo yo las cintas, la vía no está mal pero no me satisfizo como las anteriores, quizás sea más bien un 6a+, en todo caso, una vía agradable. "Los cojones de oro" 6c fue otra de esas vías en las que vimos como Estanis se daba una vuelta, como si estuviera por El Retiro. Cuando a mí me toco darla un pegue me pilló ya frío y cansado, pues estaba cayendo el sol y apenas había comido, además la vía era exigente y con una entrada a base de ñapitas y micro regletas que no pude ni supe resolver, la verdad es que me rendí pronto, estaba satisfecho y no podía más. Entonces llegó el momento de Jorge, la encaró de primero, la luchó y poco a poco fue superando la sección que a mí me había tumbado, entró en la siguiente y en el paso más delicado destapó el tarro de las esencias sacándose de la chistera una especie de pie mano al límite de la flexibilidad... lo que le restaba hasta la reunión era ya coser y cantar. Cuando bajó era la pura cara de la ilusión, su primer 6c, además en la Pedri y además delante de su hermano... y mucha, mucha madera que echarle al 8a.nu. Me alegré como si lo hubiera encadenado yo, si bien yo ya no podía con mi vida... solo mascullaba ceeervezaaaa, baaarrrr, cerrrvezaaa, baarrr.... Finalmente mis compañeros me complacieron y en un bar de Manzanares, de cuyo nombre no quiero acordarme, nos hidratamos y alimentamos. La camarera era desagradable, una tía vinagre y costó hasta que nos pusiera unas patatas fritas. Daba igual estaba todo hecho y los objetivos cumplidos y siempre nos quedará el Manín...

En cuanto al domingo da para una entrada completa, así que eso es precisamente lo que voy a hacer, de momento colorín colorado.