...Sucede que de vez en cuando una uña crece hacia donde no debe... Sucede que esos pies de gato "de encadenar" son varias tallas más pequeños de lo que deberían, y sucede, que una uña puñetera (uña puñetera = uñero) en un gato apretao' constituye una muy dolorosa combinación.
Así pues, situados en la premisa, llega el momento de visitar a un podólogo y como me ha ido muy bien, yo recomiendo la Ortopedia Plaza en la calle Toledo 60:
Allí trabajan varios podólogos que seguro que son buenísimos, pero yo recomiendo a Javier García, que es el que me atendió y aniquiló mi "problema uñil" a completa satisfacción.
Por último, el precio me pareció justo: 19,90 euros, por los que además de arreglarte el "estropicio" te hacen un repaso al resto del pie para que escales... sin apretar de más los dientes.
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