jueves, 3 de abril de 2008
Perro vagabundo
Se nos acercó cuando ya llevábamos un ratillo escalando, silencioso, grande, sucio y cansado, con los ojos rojos llenos de tristeza. Junto a nosotros, una cordada de dos chicos y tres perros, de razas caras. limpios, fuertes y sanos. Todos ellos pululaban a nuestro alrededor libremente, sin molestarnos en absoluto. De cuando en cuando alguien alababa la raza de tal o cual y otro les pasaba la mano por el lomo. El protagonista de esta historia quiso dejar de ser un paria por un rato y se acercó a los otros perros como suplicando que le dejaran ser, por un rato, uno de ellos. En un momento dado, como en cualquier parque de cualquier ciudad, el paria y otro perro se mosquean y se marcan las jerarquías... nada más, tras 3 segundos el perro con dueño sale vencedor y el otro lo acepta sin más, cada uno tira por su lado, el derrotado, muy estirado como queriendo aparentar dignidad, el otro sin sacar demasiado pecho no fuera a ser que en un segundo asalto la cosa cambiara. Me recordó un poco a cuando iba con María y su perra "Lola" al Refugio Giner y la perra de Guzmán se enfurruscaba y la marcaba el terreno, sucedía cada vez que íbamos por allí, que era mucho... Son cosas de perros, sin maldad alguna, y ninguno de los dos parecía ni lo más mínimamente agresivo. A partir de ese momento las cosas se terminaron de torcer para ti socio. Tú y solo tú molestabas, sin hacer nada distinto a los "perros pijos", te querían echar de todos lados solo por no llevar collar y estar sucio, hasta hubo un chico que decía que era adiestrador de perros que salió a amenazarte con un pedrusco no fueras también a pegarte con su perro. Tú pasabas de todo ni te inmutabas... No he visto perro más tranquilo en mi vida, la verdad. Yo creo que nos perdonaste, a un Mastín como tú, abandonado por alguien despreciable, le basta con dar un mordisco para arrancar una pata a un perro o un brazo a una persona, al final te fuiste sin entender porque sin dar una sola muestra de agresividad fuiste tratado con tanto desprecio... Pero no cambies tío, de irme las cosas un poco mejor hoy te hubieras ido a una casa con dueño.
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que penita me dio.... pobreto... en realidad solo buscaba mimitos.. como todos... yo cuando vi al burro con la piedra.. y estaba en mitad de la via... te lo juro que... buf...
ResponderEliminarsabes lo peor? que en tal caso... nosotros estabamos en su territorio... no él en el nuestro :-(
pd. fotos del sabado http://picasaweb.google.es/Nellixtab/Pedri290308
... qué noble es el mastín ...
ResponderEliminar... y qué ´noble´ es el adiestrador de perros ...
Salud
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarTodos los perros me parecen noblotes. El abandonado de El Vellón también.
ResponderEliminar¿Te lo habrías llevado?
Volveremos a verlo, seguro.
Slds
Hola bichos. Fer, Un mastín necesita espacio, hace tan solo 3 años mi vida transcurría en otras coordenadas y en esos parámetros estuve cerquísima de comprar una casa de campo cerca de Cabanillas de la Sierra con 1300 metros de parcela... estuvo cerca. Ahora vivo con mis padres mientras aclaro mi futuro. A ese contexto me refería cuando escribí "que de irme las cosas mejor" me lo hubiera llevado conmigo.
ResponderEliminarSaludos.