Hoy es 14 de julio, desde hace meses intento ordenar las piezas de mi yo interior, he huido de mí, me he visto desde fuera, he vuelto a entrar y nuevamente he vuelto a salir, siempre las mismas preguntas, los mismos reproches, la misma realidad: ella ya no está, pero yo sigo ¿por qué? ¿de qué vale todo esto?, ¿por qué no entendí lo que ahora entiendo? ¿por qué no fui capaz de obrar entonces conforme a mis auténticos sentimientos? Cuando toda la maquinaria se acelera y coge calor, cuando parece que todo va a estallar, llega Gema y la espita se abre rebajándose la presión hasta rangos operativos de existencia. La escalada es el otro factor disipador y la gente con la que lo comparto buenas razones para mostrarse entero. ¿Me he olvidado de ella? Cómo podría. mis recuerdos la traen a colación a cada instante, siempre que me relajo aparece ella, siempre que estoy en La Pedriza, la veo a ella jugando con Lola, dejando que se la cuele por sus poros la esencia misma de la montaña. La música es el otro medio de llegada, Macaco en la radio del Javichu el otro día casi me hace tocarla...
¿Por qué cuento esto? Lo cuento porque una amiga suya me dijo hace meses que María me leía, ya no estábamos juntos y ella seguía leyéndome... También porque este blog es un escaparate a gran parte de mi existencia y en ella conviven la muerte, las miserias humanas y los estúpidos momentos banales de alegría. Lo dice Gema al respecto de "Tokio Blues" Murakami es agridulce, como la vida y si Gema dice que la vida es agridulce, es que lo es.
Quiero escribir aquí, quiero contar las tonterías que contaba antes y no se si soy capaz, las quiero contar porque en mi historia aun no han puesto el Colorín Colorado con el que un día alguien me golpeó en el alma. Al Flash, es mi otro intento de dar salida a mi bis parlanchina pero no es mi casa, solo es donde vivo. Quizás poco a poco me atreva y me sienta cómodo, mientras tanto si quiero ir completando algunas secciones como el tarjetero que no tiene sentido extrapolar a ningún otro lugar. Como última razón, no quiero dejar morir el blog, yo sigo vivo y él es mi reflejo. La muerte de María no tiene ningún sentido, pero su vida me ha enseñado cosas que solo he entendido con su muerte, ojalá mucha más gente la hubiera conocido, porque a mí me ha hecho mejor persona o al menos yo intento serlo para dignificarla como se merece.
Alberto,
ResponderEliminarMe alegra tu retorno al blog. De alguna forma sabía que esto ocurriría.
¿Cuándo nos vemos?
Slds
Tendrá que llegar la muerte para saber lo que era la vida.
ResponderEliminarNo nos conocemos mucho…curioso, sólo hemos coincidido una vez y entiendo tanto tus preguntas.
Hablas de muerte, del pasado de lo que fue y lo que te quedó…un vacío.
Pero ahora tienes que llenarlo, saber llenarlo de todas aquellas cosas que te enseñó María.
Esas que en aquel momento, no entendiste.
Ahora quedan muchas cosas por disfrutar por vivir, vivirla como ella hubiese querido con la intensidad que ella habría vivido.
Me hubiera encantado conocerla, la imagino…según la describes, me hubiera encantado compartir cosas con ella, envidio tu suerte.
Enséñanos a conocer a María por medio de su instrumento, TÚ.
Enséñanos la vida que ella habría vivido.
Chini tu comentario me ha puesto la carne de gallina, no te puedes hacer a la idea de lo que me ha tocado. Joder a ver si nos vemos un día con tranquilidad.
ResponderEliminarFer, siempre estas ahí es agradable saber que estás ahí.
nene.... me alegra tu vuelta...
ResponderEliminarni te imaginas lo que se te ha echado de menos... tu realidad tan aplastante, tu sencillez a la hora de las complicaciones, tus palabras de roca...
de verdad... se te echo de menos...